Tomarte un café o hacer yoga en tu banco ahora es posible
Si últimamente te has dado una
vuelta por tu barrio, te habrás dado cuenta de que probablemente el número de
oficinas bancarias se ha reducido notablemente. Al menos el 43% de las sucursales han desaparecido durante la última década,
según datos recientes del Banco de España. Y las 26.011 que quedan en pie se
van transformando poco a poco para ofrecer una experiencia distinta a la que
estamos acostumbrados.
Si hasta ahora acudíamos a una sucursal para abrir una cuenta bancaria,
solicitar información sobre productos de financiación o realizar la operativa
básica, a día de hoy tenemos la posibilidad de tomar un café, acudir a conciertos, charlas, visitar una exposición o
participar en distintos talleres. Entidades como imaginBank, Banco
Santander, BBVA, ING o CaixaBank ya han adaptado algunas de estas oficinas en
espacios más modernos provistos de la última tecnología con el objetivo de
mostrar el lado más humano de los bancos.
¿Cómo han evolucionado
las oficinas?
En plena revolución digital las
entidades bancarias siguen apostando por una relación cara a cara con sus
usuarios. A pesar de que el número de
clientes digitales no para de crecer, las oficinas bancarias están
evolucionando hacia un formato innovador que según ha comprobado Banco
Santander, es hasta un 20% más productivo que una oficina tradicional.
Si hasta ahora visitábamos la
oficina para temas tediosos, ahora es posible visitar una exposición artística,
acudir a un concierto acústico, asistir
a una masterclass sobre videojuegos,
disfrutar de la proyección de una película o tomar un café con nuestros amigos.
Aunque cada entidad tiene un programa de actividades distinto la tendencia es
dejar atrás las oficinas tradicionales y apostar por espacios de coworking y cafetería.
¿Qué bancos han
apostado por esta transformación?
Banco Santander dispone de tres Work Café en Madrid donde tanto los clientes como los no
clientes pueden trabajar, hacer reuniones, conectarse a Internet y asistir a
conferencias sin dejar de realizar su operativa financiera. ING, por su parte,
el pasado mes de diciembre lanzó su primer ING
Café en Sabadell donde podemos comunicarnos cara a cara con nuestro gestor,
operar en los cajeros, tomar un café y asistir a los diferentes eventos
organizados por la entidad.
CaixaBank, por su parte, ha implantado al menos 300
oficinas Store. Un modelo de
oficina que apuesta por la tecnología y un trato más personal y cercano con el
cliente. Será el cliente el que elija cómo y dónde mantener una conversación
con el gestor. Por su parte, imaginBank
busca promover la creatividad de los usuarios ofreciendo un espacio donde
poder asistir a conciertos, espectáculos, sesiones de gaming, exposiciones, talleres, etc. Para poder disfrutar de las
distintas actividades se ha habilitado una página web donde podremos consultar la agenda y
conseguir nuestra entrada.
Otra entidad que se sumó el pasado año a la implantación
de un nuevo modelo de oficina bancaria fue BBVA
con al menos 20 oficinas durante 2018. Estas sucursales cuentan con hasta
1.000 metros cuadrados y las podemos encontrar en Manresa, Barcelona, Vigo, Almería, Badalona o Alcorcón. BBVA, como
sus principales competidores, tiene como objetivo ofrecer una atención más
personalizada gracias a sus gestores financieros. Desde el comparador
financiero HelpMyCash.com creen que este nuevo modelo es una tendencia al alza
y que la lista de entidades que ofrecerán este innovador formato no dejará de
crecer.
¿Qué ocurre en el otro
lado del mundo?
Al otro lado del charco más
concretamente en Chile también podemos
encontrar al menos 41 Work
Café de
Banco Santander. De hecho, el país latinoamericano fue el primero en poner en
marcha este nuevo formato de oficina. La entidad cántabra no descarta llevar
este modelo a otros países donde opera tras comprobar que este modelo es hasta
un 20% más productivo.
En Japón, el banco Yamaguchi Financial ha cambiado sus antiguas oficinas
por cafeterías, guarderías o vinotecas. La digitalización de la banca junto
con los tipos de interés a cero, han propiciado un uso distinto de las casi 280
oficinas de las que dispone la entidad japonesa. Takeshi Yoshimura, presidente del banco japonés, no
ve viable la opción de cerrarlas y apuesta por sacar rentabilidad a estos
negocios no financieros y seguir impulsando la interacción cara a cara.