La educación financiera de nuestros hijos
Educación financiera: ¿a qué edad debería empezar a hablar de dinero con
mis hijos?
En España hay alrededor de 466 mil
jóvenes de 18 años, según el Instituto Nacional de Estadística. Pero ¿cuántos
de ellos han llegado a la mayoría de edad sabiendo administrar su dinero? ¿Tienen nuestros hijos la educación
financiera suficiente? La realidad es que si los comparamos con los
estudiantes de otros países, los españoles no son los primeros de la clase. De
acuerdo con el informe PISA de 2015, el nivel de
educación financiera de los alumnos españoles de 15 años se
encuentra 12 puntos por debajo de la media internacional y muy lejos del de sus
colegas chinos, belgas o canadienses.
La Organización para la Cooperacióny el Desarrollo Económicos (OCDE), autores del informe PISA, considera que “las
personas deben ser educadas acerca de los asuntos financieros lo antes posible”.
Una opinión con la que coincide Unicef, que opina que si queremos una población
educada que sea capaz de “tomar decisiones con conocimiento de causa”, debemos
“promover la educación financiera y una cultura financiera positiva en los
niños y los jóvenes”. La agencia internacional sostiene que se pueden introducir conceptos básicos como
el valor del dinero o del ahorro antes, incluso, de los cinco años.
Retrasar la asignatura a los siete
años es otra opción. Según el último estudio de la Universidad de Cambridge
elaborado en 2013 referente a este tema, cuando los niños cumplen los siete ya
comprenden conceptos como dar y recibir y saben diferenciar entre deseo y
necesidad. Sin embargo, la realidad es que solo
cuatro de cada diez jóvenes de Educación Primaria hablan con sus progenitores
sobre la importancia del ahorro, tal y como reveló en 2016 un estudio de la
fundación Junior Achievement.
La idea de que el dinero se obtiene
a base de esfuerzo y de que es un recurso limitado, la diferenciación entre
necesidades básicas y caprichos y la importancia de ahorrar son conceptos clave
que podemos enseñar a los más pequeños de la casa de forma lúdica, afirman los
expertos del comparador de productos financieros HelpMyCash.com. Poco a poco,
podemos introducirles también la necesidad de comparar precios y de practicar
un consumo responsable, así como explicar el papel de los bancos, añaden.
¿Qué herramientas tenemos para enseñar a los hijos?
Si queremos que nuestros hijos
aprendan a administrar su dinero, necesitarán dinero. Podemos encomendar a los
más pequeños que realicen recados y
trabajos domésticos sencillos a cambio de una suma simbólica. También
podemos enseñarles a gestionar sus finanzas personales con la ayuda de una paga
semanal, con la que podremos enseñarles conceptos como el ahorro a corto plazo
y a largo plazo. Incluso, señalan desde HelpMyCash, podemos fomentar el ahorro
con bonificaciones: cada vez que nuestro hijo ahorre un euro de su semanada,
podemos añadir 50 céntimos extra en su hucha como premio. Esta pequeña acción
nos servirá también como excusa para hablar sobre el concepto de rentabilidad.
Entre los 12 y los 16 años podemos
introducir conceptos más complejos como la diferencia entre los productos
financieros básicos, la inflación, la importancia de leer un contrato y, sobre
todo, de no firmar nada que no hayamos entendido o el efecto de los impuestos
sobre nuestras rentas. Asimismo, podría ser el momento de abrirle una cuenta a nuestro hijo.
Si enseñamos a nuestros hijos a
usar una cuenta desde pequeños, crearemos un hábito de ahorro que,
probablemente, se mantenga en la edad adulta, afirman los expertos de
HelpMyCash.
No debería ser difícil contratar
una. Casi la totalidad de los bancos españoles comercializan cuentas infantiles.
Eso sí, si lo que queremos es una cuenta corriente que permita a nuestro hijo
vivir una experiencia bancaria cercana a la de un adulto, la oferta es más
limitada. El 73% de los bancos españoles
ofrecen una tarjeta de débito o prepago para los jóvenes, contratable
normalmente a partir de los 14 años, según un estudio elaborado por HelpMyCash,
que ha analizado la oferta de cuentas para niños y adolescentes de 15 bancos
que operan en España.
Este tipo de cuentas o tarjetas
(algunos bancos ofrecen solo tarjetas prepago a los menores) se abren casi siempre
en una oficina y, por lo general, basta con que acuda uno de los padres (a
veces también debe ir el niño) con su
DNI, el DNI del menor y el libro de familia. Los padres aparecerán como
representantes legales y el hijo, como titular de la cuenta.
Eso sí, solo el 67% de los bancos permiten a los niños acceder a la banca online,
lo que limita el efecto didáctico de estos productos. A través de la app o del ordenador, pueden revisar los
movimientos de sus cuentas y tarjetas, lo que les ayuda a saber cuánto dinero
han ahorrado, cuánto han gastado y dónde. Una herramienta útil para que
aprendan a relacionarse con los bancos. Eso sí, se trata de una opción
meramente consultiva, ya que no pueden operar (hacer transferencias, contratar
otros productos, etc.).
Si nuestros hijos quieren pagar con
el móvil, algo probable teniendo en cuenta que el 84% de los estudiantes de
Educación Secundaria tiene su propio teléfono, según Junior Achievement, lo
tendrán más difícil, ya que solo cinco de los 15 bancos analizados permiten al
menor asociar su tarjeta a algún wallet.
Si queremos, incluso, podemos ir un
paso más allá y hablar sobre inversión,
bolsa y acciones cuando nuestros hijos tengan alrededor de 15 o 16 años. El
portal estadounidense de educación financiera Banzai señala que “las acciones
son fáciles de explicar y puede ser divertido monitorizarlas, especialmente si
comienzas con compañías que fabrican productos que tus hijos tienen en alta
estima, como sus cereales favoritos, equipos deportivos, refrescos o productos
digitales”. Podemos analizar el comportamiento de una cesta de acciones
atractiva para nuestros hijos usando un sencillo bloc de notas, una plantilla
de Excel o creando un portfolio en una web, sin necesidad de invertir dinero
realmente.
La educación financiera de los padres
Pero ¿cómo vamos a mejorar la
educación financiera de nuestros hijos si para muchos adultos sigue siendo una
asignatura pendiente? Casi la mitad de
los españoles considera que sus conocimientos financieros son bajos o muy bajos,
según el Plan de Educación Financiera
para el período 2018-2021 del Banco de España (BdE) y la CNMV. Dicho estudio
recoge también los resultados de otro informe del BdE en el que se valoran los
conocimientos financieros de los ciudadanos en base a tres preguntas relativas
a la inflación, el interés compuesto y la diversificación del riesgo. Los resultados
revelan que un 42% de los encuestados no comprende correctamente las implicaciones
de la inflación, un 54% no responde correctamente a la pregunta sobre el
interés compuesto y un 51% falla en la pregunta sobre la diversificación del
riesgo.
“Los conocimientos financieros de
la población adulta en España se sitúan en general en torno a la media de todos
los países considerados”, aclara el informe. Sin embargo, “el porcentaje de
respuestas correctas en España está claramente por debajo de la media (tanto de
todos los países como de los países OCDE y UE) para el concepto de
diversificación del riesgo”, añade.