domingo, 20 de diciembre de 2020

Deutsche Bank prevé un crecimiento para la economía española del 6,5% en 2021

Según el ‘Annual Outlook 2021’ de Deutsche Bank, el PIB de España crecerá el año próximo un 6,5% tras una caída prevista del 12,5% en 2020.

Tras el fuerte castigo de 200, España crecerá en 2021, según Deutsche Bank, por encima de la que se espera para el conjunto de la Eurozona cuyo crecimiento económico se situará en el +5,5% en 2021 con una inflación en el entorno del 1%.

El mundo post Covid traerá consigo cambios en nuestra forma de vida, en la política económica y en los motores de crecimiento mundial, pero también será un mundo con mucha más deuda y con un mayor papel del Estado en la economía, lo que ofrece oportunidades y riesgos.

¿Cómo será el mundo post Covid-19?

El lanzamiento de las vacunas ofrece la esperanza de dejar atrás la pandemia del coronavirus durante 2021, pero no deberíamos esperar un simple regreso a la vida "pre-COVID". Los múltiples impactos, para individuos, empresas y gobiernos, de la pandemia no se revertirán por completo, según las Perspectivas anuales para 2021 de Deutsche Bank titulado "Cambios tectónicos: mirando más allá de la Covid-19".

El informe sostiene que el mundo post Covid-19 contempla una mayor preocupación por la desigualdad en términos de riqueza y oportunidades, una mejor apreciación del impacto de la tecnología en nuestras necesidades de infraestructuras y un replanteamiento de cómo las utilizamos.

Mientras tanto, una mayor presión fiscal y política se sumará a las preocupaciones sobre la deuda y la inflación futura. Estos impactos se incluyen en las “4D” que regirán el nuevo escenario: divergencia en el nivel de renta, demografía, digitalización y deuda. “Además de crear nuevos problemas, la pandemia también ha acelerado o exacerbado muchas tendencias económicas y de inversión preexistentes”, afirma Rosa Duce, Economista Jefe de Deutsche Bank en España. Desde el punto de vista de la inversión, “debemos dar una respuesta no solo táctica, sino también estratégica por lo que tiene sentido invertir en temas clave que desempeñarán un papel cada vez más importante en el desarrollo global a largo plazo”, añade Duce.

Los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) juegan un papel cada vez más importante en cualquier estrategia de inversión. En 2021 empezaremos a vislumbrar los nuevos paradigmas del mundo post Covid-19. “En este nuevo mundo, los Estados ganarán protagonismo a través las ayudas al desempleo y la recuperación económica, así como a través de la asistencia sanitaria”, advierte Duce.

Asistiremos también a un replanteamiento de las infraestructuras con cambios en el plano de los viajes (turísticos y de negocios), el sector inmobiliario (teletrabajo) y también en la forma en que nos movemos (smart mobility).

Esta crisis ha revelado, además, las debilidades de la economía mundial mediante un incremento de las desigualdades entre los individuos, especialmente en países desarrollados, como es el caso de EE.UU.


La asignación de activos de Deutsche Bank en 2021

En 2021 la asignación de activos de Deutsche Bank incluye como temas clave la seguridad cibernética, 5G, atención médica, los sectores alineados con la generación millennials y la gestión de recursos. Desde el punto de vista de la inversión, Diego Jiménez-Albarracín, Responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank en España, sostiene que “debemos dar una respuesta no solo táctica, sino también estratégica por lo que tiene sentido invertir en temas clave que desempeñarán un papel cada vez más importante en el desarrollo global a largo plazo”.

- Bonos gobiernos: poco atractivos. Las rentabilidades se van a seguir manteniendo en niveles muy bajos o negativos por lo que su atractivo es muy escaso. Nuestra previsión es que los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años ofrezca un interés del 1% a finales de 2021.

- Bonos Grado de inversión: rentabilidad limitada. El margen de reducción de las primas de riesgo es muy limitado, lo que hace que las rentabilidades sean muy bajas, e incluso negativas en algunos casos.

- High Yield: oportunidades selectivas. La alta liquidez de los bancos centrales apoya la búsqueda de rentabilidad de estos activos, sin que de momento se estén teniendo en cuenta los riesgos de posibles quiebras o suspensión de pagos en este segmento. Pero todavía hay razones para ser cautelosos con algunas compañías afectadas por el coronavirus.

- Deuda de los mercados emergentes en moneda fuerte: atractiva. Las empresas de los mercados emergentes podrían ser interesantes por tres razones: menor riesgo de duración, índices más granulares (facilitando la diversificación) y la capacidad de las empresas para beneficiarse de una reactivación del comercio mundial y los pactos comerciales regionales, más obviamente en Asia.

- Renta variable estadounidense: todavía con potencial. Es probable que se produzcan más ganancias, pero con volatilidad. Tipos de interés aún bajos y su alto peso en el sector tecnológico sigue siendo una ventaja. Sin embargo, las valoraciones son muy altas y sólo son justificables si se produce una recuperación de los beneficios en 2021.


- Renta variable europea: difícil camino. La economía se recupera, y el BCE seguirá apoyando, pero persisten varios riesgos políticos. La capacidad para obtener beneficios de las empresas europeas solo se recuperará completamente en 2023 y, en el ínterin, la composición sectorial menos favorable (menos tecnología) y las vacilantes revisiones al alza sugieren un descuento continuo frente a EE. UU.


- Renta variable japonesa: motivos para la esperanza. Las empresas niponas siguen respaldadas por sólidos balances, bajo apalancamiento y una política monetaria acomodaticia del BoJ. El gobierno de Suga también apoyará una mayor inversión en tecnología. Pero las empresas orientadas a la exportación todavía tienen que navegar en un entorno externo difícil.


- Renta variable de mercados emergentes: positiva, especialmente en Asia. China y los socios comerciales regionales se beneficiarán primero de la recuperación del coronavirus ("primeros en entrar, primeros en salir") mientras que Corea del Sur y Taiwán del contenido de alta tecnología. Los beneficios empresariales asiáticos también se recuperarán más rápidamente. Es probable que la ventaja regional se mantenga como parte del cambio secular hacia Asia.


- Oro: no es un amigo del buen tiempo. Es probable que el precio se vea sometido a presión por la recuperación económica mundial en 2021, a pesar de que los regímenes de política monetaria y fiscal acomodaticios en todo el mundo siguen brindando cierto apoyo. Los rendimientos reales negativos deberían respaldar el oro. Nuestra previsión es que el precio de la onza de oro se sitúe en el entorno de los 2.100 dólares.


- Petróleo: ganancias de precio limitadas. La recuperación económica mundial está impulsando lentamente la demanda, mientras que los esfuerzos de la OPEP + para contener la oferta pueden flaquear, especialmente dada la amenaza de reactivación de la producción de esquisto de EE.UU. Nuestra previsión es que el barril de crudo WTI se sitúe a finales de 2021 en 49 dólares.

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