Soluciones para evitar el impago de la hipoteca
¿No puedes pagar la hipoteca? 5
soluciones para evitar el impago
- Ampliación de plazo
Debemos acudir a nuestro banco y comentarle nuestra situación para encontrar soluciones que nos permitan no perder la vivienda y al banco cobrar su deuda. Entre las diferentes alternativas podremos ampliar el plazo.
Al incrementar el plazo de nuestro préstamo hipotecario conseguiremos reducir la cuota mensual, aunque a largo plazo el importe de la hipoteca aumentará, ya que se incrementarán los años durante los que tendremos que devolver la deuda.
- Carencia hipotecaria
- Carencia parcial: durante el tiempo que dure la carencia (suele ser como máximo de 3 años) solo pagaremos de la cuota, la parte proporcional a los intereses o al capital. Si solo abonamos los intereses, a la conclusión de la carencia de capital, seguiremos debiendo el mismo capital al banco.
- Carencia total: nos permite dejar de pagar la hipoteca durante un periodo de tiempo determinado. Tras la finalización del periodo de carencia, seguiremos debiendo el mismo capital, pero los intereses aumentarán porque el plazo se incrementa.
- Reunificación de deudas
Pero debemos tener en cuenta que esta es una solución muy cara, que conlleva unos gastos que se incluirán en el importe total de la deuda. Por lo que si fallamos en el pago de alguna de estas cuotas acabaremos perdiéndolo todo, no solo la vivienda.
- Alquilar o vender la vivienda
Si disponemos de algún familiar que pueda acogernos mientras atravesamos estos malos momentos económicos, la opción indicada sería alquilar el inmueble, para seguir pagando la hipoteca con lo que percibamos del alquiler.
Sin embargo, si no disponemos de esta posibilidad podemos plantearnos la venta de la vivienda. Aunque, esta opción tiene un inconveniente, y es que el valor de la vivienda actual está muy por debajo que hace unos años, por lo que si vendemos la vivienda, lo haremos por un precio bastante inferior.
- Solicitar la dación en pago
- Todos los miembros de la familia en paro y no disponer de otros bienes.
- Debe ser la única vivienda en propiedad.
- El importe de la hipoteca no puede superar los 200.000 €.
- La hipoteca no ha de tener avalista.
- No debe estar en proceso de ejecución.
- La vivienda no debe estar gravada con cargas posteriores.