Cuenta de Ahorro Vs. Depósito bancario ¿cúal es mejor?
Encuentra las 7
diferencias: cuenta de ahorro vs. depósito
Cuando contamos con un rinconcito de
ahorros, los productos bancarios con rentabilidad cobran especial
interés. ¿Por qué dejar nuestro dinero olvidado en una cuenta
corriente si podemos obtener una remuneración por él? He aquí el
quid de la cuestión: ¿por cuál decantarnos?
Tanto las cuentas de ahorro como los
depósitos bancarios a plazo fijo son herramientas que nos van a
ayudar a hacer crecer nuestros ahorros sin riesgo. Sin embargo,
aunque sean productos similares, no son idénticos. Para conocer
cuál nos conviene, es necesario prestar atención a las
particularidades de uno y otro y elegir el que más se adapte a
nuestras necesidades como ahorrador.
Los expertos del comparador
HelpMyCash.com han encontrado las siete diferencias entre las
cuentas de ahorro y los depósitos bancarios, lo
que nos ayudará a decidirnos por el producto que se ajuste
exactamente a nuestro perfil.
Las
7 diferencias que te ayudarán a elegir
Siete parecen muchas diferencias
cuando hablamos de cuentas de ahorro y depósitos a plazo fijo que,
al final, son productos financieros que comparten una función muy
específica: el ahorro. Ambos son instrumentos muy sencillos que
consisten, básicamente, en depositar una cantidad equis de
dinero en el banco a cambio de rentabilidad, no tienen más
complicación.
Sin embargo, cuentan con diferencias
que debemos conocer y tener en cuenta antes de contratar una opción
u otra.
En primer lugar, la rentabilidad
es una de las diferencias más importantes. Según el Banco de
España, mientras que las cuentas de ahorro ofrecen un interés medio
del 0,03%, el tipo de interés de los depósitos es del 0,04%. Aunque
a priori la diferencia parezca ridícula, si analizamos el
interés de los mejores productos, la cosa cambia. Los expertos del
comparador explican que la TAE media de las diez mejores cuentas de
ahorro es del 0,46%; sin embargo, en los depósitos a plazo a un año
la TAE media asciende al 0,77%. En ambos casos, se han tenido en
cuenta productos de bancos extranjeros comercializados en España.
El plazo es una de las
diferencias más obvias, puesto que al contratar un depósito a
plazo fijo, vamos a pactar un tiempo determinado durante el que
nuestro banco custodiará nuestros ahorros. Las cuentas de ahorro no
tienen plazo ni permanencia obligatoria, lo que da al ahorrador más
libertad sobre su dinero.
La liquidez de las cuentas de
ahorro sobre los depósitos puede ser una de las motivaciones
para contratarlas. Los depósitos bancarios, aunque cada vez existen
más y más opciones con cancelación anticipada, pueden penalizarnos
si concluimos el contrato. En cambio, para acceder a nuestro dinero
depositado en una cuenta de ahorro tan solo deberemos ordenar una
transferencia a nuestra cuenta corriente asociada.
Otra de las disimilitudes entre
ambos productos es la posibilidad de aumentar el saldo que se
encuentra en el depósito o en la cuenta. ¿Cuál será la opción
menos rígida? Vuelven a ser las cuentas de ahorro las que nos
permiten una mayor libertad. En los depósitos, únicamente se
remunerará la aportación inicial que realizamos cuando
decidimos contratar el producto de ahorro, mientras que las cuentas
permiten realizar las aportaciones que creamos precisas.
En relación a las aportaciones, las
cuentas de ahorro nos van a remunerar, en la mayoría de los casos,
desde el primer euro y, sin embargo, los depósitos suelen
requerir un ingreso mínimo que puede ir desde 1.000 euros hasta
más de 20.000.
También es importante conocer
cuándo nos van a abonar los intereses generados por el producto de
ahorro. Lo cierto es que en la mayoría de los depósitos a plazo
fijo, el pago de intereses se realiza en el término del
plazo, mientras que en las cuentas de ahorro suele haber más
diversidad en el pago, siendo en algunos casos mensual, trimestral,
semestral e incluso anual.
Por último y no menos importante,
los expertos destacan la posibilidad de que el interés varíe,
lo que puede ser positivo o negativo. Cuando firmamos un contrato de
depósito, sabemos a qué interés exacto se va a remunerar nuestro
dinero durante el período que dura el plazo. Sin embargo, el TIN en
las cuentas de ahorro está sujeto a posibles cambios por parte de la
entidad, por lo que puede verse mermado o, con mucha suerte,
incrementado mientras tengamos contratada la cuenta (el banco debe
avisar con dos meses de antelación si decide variar el interés).
En definitiva, elijamos el producto
que elijamos, los expertos subrayan la importancia de conocer al
detalle las condiciones antes de firmar. Ninguna de las dos
opciones es absolutamente mejor, puesto que cada perfil de
cliente cuenta con unas características financieras distintas.