Riesgos de tu hipoteca en los próximos años
¿Tienes hipoteca? Los
5 sustos que te podrías llevar en los próximos años
Muchos
hipotecados piensan que, una vez firmado el contrato, ya pueden relajarse y no
han de estar pendientes de nada más. Muy pocos saben que la quiebra del banco,
un cambio de leyes o las oscilaciones del mercado pueden hacer que el préstamo
sufra algunos cambios, pudiendo incluso a afectar a la cuota mensual.
El
comparador financiero HelpMyCash.com previene de las las 5 “jugarretas” que el
banco puede hacer (o no) al hipotecado en los próximos años. Todas ellas han pasado ya en nuestro país
en los últimos años.
1. Cambiar de banco tu hipoteca
Si
a tu banco no le salen las cuentas y finalmente es “rescatado” por una entidad
más grande, como pasó con CAM que fue absorbida por Banco Sabadell o CatalunyaCaixa
absorbida por BBVA, tú dejarás de deberle el dinero de tu hipoteca a tu actual
banco y pasarás a debérselo al banco grande, aunque las condiciones de tu
contrato seguirán intactas. Por supuesto, también será necesario que cambies la
cuenta asociada al préstamo.
2. Venderla a un 'fondo buitre'
Cuando
esto ocurre tampoco es culpa del hipotecado sino del banco, que quiere
deshacerse de parte de su deuda para “maquillar” sus resultados. Esto ha
ocurrido más frecuentemente con los bancos nacionalizados, es decir, los que
más apostaron por el negocio inmobiliario durante los años de la burbuja y, por
ende, más se “pillaron los dedos” y ahora necesitan enmendar sus malos
resultados. Así, le venden paquetes de hipotecas con más o menos riesgo de impago
a alguno de estos fondos, que no tienen ningún interés en conocer la suerte que
corren los titulares de cada hipoteca, sino que ven el proceso como una gran
operación especulativa conjunta. Es por eso que, en caso de impago, el
fondo no suele mostrarse abierto a ninguna negociación para que el hipotecado
no pierda su casa.
3. Aumentar las comisiones de la
cuenta asociada
Otra
práctica habitual en los bancos es abrir cuentas “sin comisiones” a los recién
hipotecados y, pocos después, empezar a cobrar comisiones en esa misma cuenta.
Por desgracia es algo totalmente legal. La mala noticia es que el cliente no
puede cancelar esa cuenta hasta devolver la totalidad de la deuda, pero la
buena es que sí es posible reclamar esas comisiones al banco, dado que es
contrario a las buenas prácticas bancarias recomendadas por el Banco de España
cobrar comisiones en una cuenta que el banco nos obligó a abrir al firmar una
hipoteca o un depósito.
4. Subir el diferencial
Muchas
personas aceptan contratar muchos seguros y otra vinculación (tarjetas, plan de
pensiones, domiciliación de una nómina con un importe mínimo determinado…) para
que el banco rebaje el interés de su hipoteca. Lo que puede ocurrir después es
que el cliente no pueda pagar más el seguro, o se quede en paro y sus ingresos
no alcancen el mínimo requerido, por lo que el banco adquiere el derecho
contractual de subir el diferencial ya que no se cumple la vinculación. En
general, si esto ocurre, el cliente puede recuperar su anterior estatus
poniéndose al día antes de la próxima revisión.
5. Cambiarte de índice
Entra dentro de lo posible que si desparece el
índice inicial al que se referencia tu hipoteca, te pasen a otro. De hecho, en
2013 desaparecieron elIRPH de bancos, el IRPH de cajas y el CECA.
Muchas personas con hipoteca referenciada a estos índices pasaron a Euríbor
porque era lo que decía su contrato, y otras personas sin esta suerte tuvieron
que atender a lo que marcó el Gobierno: que pasaran a IRPH de entidades. Se
armó un gran revuelo porque todos querían pasar a Euríbor y pagar lo menos
posible, pero solo lo consiguieron algunos de los que decidieron denunciar. Es
por eso que es muy importante fijarse también en este punto del contrato, para
saber qué pasaría si desapareciera, por ejemplo, el Euríbor