Lo que nos dan las tarjetas de crédito
El ‘quid
pro quo’ de las tarjetas de crédito: lo que nos piden y nos dan los plásticos
más utilizados
Son uno de los productos más
populares, 55 % de los españoles disfruta de una de estas herramientas
financieras. De hecho, la mayoría han de
ser propietarios de dos o más tarjetas, puesto que en España hay más de 50
millones de plásticos de crédito en circulación, cifra récord que atestiguó el
Banco de España en su publicación sobre la actividad financiera de los
españoles en el 2017.
No obstante, la imagen que muchos
tienen de las tarjetas de crédito es la de que son un instrumento complejo que
ni siquiera está a su alcance y que solo sirve para retrasar los pagos. Si bien
es cierto que hay que ajustarse a un cierto perfil para que nos las concedan y
que hay que aprender a usarlas en la situación adecuada, las ventajas que podremos obtener de ellas son las más variadas de
todo el mercado financiero.
Solvencia y un historial limpio, los principales requisitos
Los principales requisitos que nos
pedirá cualquier entidad emisora de tarjetas de crédito, ya sea un banco o una
empresa financiera de capital privado, es que dispongamos de unos ingresos con
los que podremos ir pagando el dinero que utilicemos de la línea de crédito
asociada a nuestra tarjeta. En función
de nuestros ingresos podremos conseguir que nos acepten la tarjeta o no.
Asimismo, el límite máximo que podremos utilizar una vez nos la concedan
también dependerá de nuestro poder adquisitivo y de nuestra capacidad de
endeudamiento.
Del mismo modo, el emisor de la
tarjeta de crédito hará dos comprobaciones en lo que respecta a nuestro
historial como prestatarios y pagadores. La
primera será comprobar en ASNEF y Badexcug que no tenemos ningún tipo de
impago registrado, es decir, que no somos morosos. Si aparecemos en una de
estas bases de datos, tanto si nuestra deuda proviene de un impago con una
entidad financiera, como de aquellas empresas de servicios (agua, luz,
telefonía,…) asociadas a estos ficheros, seremos rechazados como clientes.
Además, la empresa de tarjetas de
crédito comprobará nuestro historial
como prestatario en el CIRBE (Centro de Información de Riesgos del Banco de
España). En él, comprobarán si hemos tenido o tenemos algún préstamo vigente
(solo los superiores a 6.000 euros) y si hemos cumplido con los pagos. Si
superamos estos requisitos, tendremos a nuestro alcance un enorme abanico de
herramientas financieras
Seguros y promociones para sacarles el máximo partido
Uno de los principales servicios
que nos aportan las tarjetas de crédito, más allá de su innata función de
aplazar los pagos, es el de asegurar gran cantidad de las operaciones que
realizamos con ellas. La gran mayoría incluyen un seguro antifraude y de
protección de compras con los que estaremos cubiertos en caso de robo o de que
los productos que hayamos comprado no estén en buen estado, nos confirman desde
el
comparador de tarjetas HelpMyCash.com. Asimismo, dependiendo de la
tarjeta de crédito a la que acudamos, contaremos con seguros de viaje en caso
de que compremos el billete de avión con ella. De este modo tendríamos asistencia
médica en el extranjero, reembolso del valor del equipaje en caso de pérdida y
del valor de un billete si el vuelo sufre un determinado retraso.
Por otro lado, las tarjetas de
crédito suelen poner a nuestra disposición programas de puntos, con los que podremos
conseguir regalos y devolución de compras en gasolineras y en ciertos
establecimientos. Además, muchas entidades realizan a menudo sorteos entre
aquellos clientes que hayan realizado un determinado gasto en un período de
tiempo fijado, aunque desde HelpMyCash
nos aconsejan que comprobemos las condiciones de todas estas promociones,
pues a menudo nos pedirán que aplacemos los pagos para disfrutar de los sorteos
o de las devoluciones, por lo que es importante calcular si nos benefician.