Aún tienes pesetas en el cajón
Las pesetas olvidadas: una fortuna perdida en el fondo de un cajón
La fecha límite para canjear
pesetas por euros se acerca. A partir del 31 de diciembre de 2020, las pesetas
no retornadas ya no podrán cambiarse por la moneda única. Sin embargo, a pesar
de que el euro lleva 16 años en circulación, el volumen de pesetas que aún no
han sido cambiadas es de 1.631 millones
de euros. Según los datos publicados regularmente por el supervisor
español, al cierre del pasado mes de abril el importe de las monedas en pesetas
no devueltas ascendía a 799 millones de euros y el de los billetes, a 832.
Lo más probable, afirman desde el
comparador de productos bancarios HelpMyCash.com, es que la mayor parte no sean retornadas nunca.
Solo hace falta ver las estadísticas: el importe de las monedas está estancado
en 799 millones desde finales de 2016. El de los billetes sí ha ido
descendiendo, pero de forma muy discreta. Entre diciembre de 2016 y diciembre
de 2017 solo se canjearon 9 millones de euros.
En el caso de las monedas, lo más
probable es que la mayoría estén olvidadas y pérdidas. Por otra parte, aquellos
que conserven pesetas a conciencia, seguramente tendrán importes demasiado
reducidos como para que compense el viaje a una sucursal del Banco de España
para canjear dicho dinero por euros. Actualmente, además de la sede madrileña,
el BdE tiene 15 sucursales repartidas
por toda España, por lo que hay ciudadanos que ni siquiera tienen una
oficina en su provincia.
Tampoco podemos pasar por alto los
billetes y las monedas de euros en manos de coleccionistas o de turistas
extranjeros, que en su momento vinieron a España y se quedaron una muestra de
la antigua divisa nacional como recuerdo.
En cualquier caso, los españoles
aún tienen un año y medio para cambiar sus viejas pesetas al tipo oficial: un euro igual a 166,386 pesetas españolas.
Algunos países ya no permiten el canje
Los plazos para cambiar las monedas
nacionales varían en función del país. Algunos
bancos centrales no han fijado un límite y han establecido un plazo ilimitado,
como Alemania, Estonia, Irlanda, Letonia, Lituania y Austria. Otros, como
Bélgica, Luxemburgo, Eslovenia y Eslovaquia han determinado un plazo ilimitado
para canjear billetes, pero han puesto fecha de caducidad al canje de monedas.
El resto de los países de la eurozona ha preferido poner límite. De hecho, en
muchos de ellos el tiempo para cambiar la antigua moneda patria por la europea
ya ha expirado, como en Chipre que el plazo para canjear billetes de libras
chipriotas terminó el pasado 31 de diciembre o en Malta, cuyos habitantes
tuvieron hasta el 31 de enero de 2018 para cambiar las antiguas liras.
A pesar de la fortuna que supone el
conjunto de pesetas no devueltas al regulador, en realidad hablamos de una cantidad muy pequeña comparada con la que había en
la etapa inicial de desmonetización, cuando el euro entró en circulación. El 83
% de las pesetas disponibles justo antes de entrar en circulación el euro se
canjearon en los dos primeros meses de 2002, cuando entró en vigor la moneda
única. Dos meses después, en abril de ese mismo año, el 93 % de las pesetas ya
habían sido retornadas.