Estos son los secretos del
contrato inmobiliario en la venta
Secretos o no
tanto. Los contratos
de intermediación inmobiliaria en la venta
incluyen muchas cláusulas relevantes que, por prisa o
desconocimiento, suelen pasarse por alto. Las sorpresas llegan a
posteriori cuando el vendedor se encuentra con que la agencia
reclama sus honorarios sin haber vendido el piso, prorroga el
contrato de intermediación inmobiliaria de forma automática o
reclama el pago de su tarifa tras la firma de las arras.
Los expertos del comparador inmobiliario HelpMyCash.com
reciben a diario consultas de sus usuarios, quienes se cuestionan si
dichas prácticas son legales o no. Y en la mayoría de los casos, sí
lo son. En efecto, se describen de manera explícita en el contrato
en cuestión. Por todo eso, los expertos aconsejan leer atentamente
cualquier documento antes de firmarlo y advierten sobre las cláusulas
que habitualmente generan conflictos o malentendidos entre
propietarios y agencias.
Precio
de la vivienda
Es lógico que un
contrato inmobiliario especifique las condiciones de la venta y,
entre ellas, el precio al que se quiere vender la vivienda. Muchas
agencias detallan en el contrato que cobrarán sus honorarios cuando
presenten una propuesta de compra que cumpla con dichas condiciones,
aunque el propietario opte por no vender.
Esto le pasó a
un usuario de HelpMyCash y representó un conflicto para él. Los
expertos del comparador explican que el propietario en cuestión no
estaba completamente seguro del precio de su vivienda. Aceptó una
valoración que le hizo su agente inmobiliario, firmó el contrato de
intermediación, y luego se dio cuenta de que su piso podía tener un
valor mucho más alto. Por ello, cuando apareció un comprador
dispuesto a pagar el precio original, se negó a vender. Y la
agencia, respaldada por el acuerdo firmado por ambos, reclamó sus
honorarios.
“Nuestro
consejo para los propietarios en general es que nunca firmen un
contrato si no están completamente seguros o de acuerdo con las
cláusulas. Parece una obviedad, pero muchas veces el estrés, la
presión o el desconocimiento nos impulsan a tomar decisiones poco
acertadas que luego pueden salir muy caras”, advierten.
Honorarios
de la agencia
Algunos agentes
informan verbalmente de los costes de sus servicios. El vendedor
suele conformarse con ello y, en consecuencia, no se detiene a leer
la letra pequeña del contrato. Pero, cuidado, los expertos de
HelpMyCash aseguran que reciben muchas consultas de sus usuarios por
problemas relacionados con este punto.
Las diferencias
más importantes sobre los honorarios están relacionadas con el
“cuánto” y el “cuándo”. El “cuánto”, porque muchas
veces los precios se informan sin IVA. Puede ocurrir, entonces, que
un propietario espere pagar 7.000 euros de comisión, pero como en
el contrato se detalla que dicha suma no incluye impuestos, en la
práctica tendrá que pagar 8.470 euros.
Con respecto al
“cuándo”, casi todas las inmobiliarias aseguran cobrar sus
honorarios con la venta. Pero en la práctica, y en función de las
condiciones que se detallan en el contrato, casi nunca es así: la
comisión o la tarifa fija de la inmobiliaria suele pagarse un 50% en
las arras y un 50% al momento de firmar la escritura de compraventa,
o bien, 100% con las arras.
Prórroga
tácita
Otro punto
importante es la duración del contrato y su prórroga tácita. La
mayoría de los encargos de venta se firman por un plazo de 3 o 6
meses, pero estos se prorrogan de forma automática, salvo que alguna
de las partes notifique su voluntad de rescindirlo con una antelación
de entre 7 y 20 días, dependiendo de la agencia.
Muchas veces
ocurre que los propietarios contratan una inmobiliaria y luego se
encuentran con que la gestión no es la que esperaban. Frente a eso,
se plantean cambiar de agencia tan pronto como venza el contrato.
Pero cuando llegue ese momento, ya será tarde: el encargo se habrá
renovado automáticamente y la venta de la vivienda seguirá en manos
de la misma agencia.
Al respecto, los
expertos de HelpMyCash sugieren tres acciones. La primera es comparar
inmobiliarias para encontrar aquella que mejor se adapte a las
necesidades del propietario. La segunda es leer y analizar
atentamente cada cláusula del contrato. La tercera es enviar la nota
de rescisión tan pronto como el propietario empiece a sentirse
disgustado con los servicios, no importa si esto ocurre uno o dos
meses antes del vencimiento.
Estos son solo
algunos fragmentos de la letra pequeña del contrato de
intermediación inmobiliaria, pero hay más. Por eso los expertos del
comparador hacen énfasis en la importancia de leer cada cláusula
antes de firmarlo. Incluso, ponen a disposición su foro
de consultas para resolver inquietudes al
respecto.