El fraude de las SICAVS
Como defraudan las SICAVS
Las Sicavs, o Sociedades de Inversión de Capital Variable son el fraude favorito de los ricos o por lo menos de los que disponen de mayor capital.
La trampa está clara para fundar una Sicav sólo hacen falta 99 socios y 2.400.000.
Y eso no es todo su principal atractivo es que sólo tributan al 1% y que sus beneficios pueden estar en un 99,09 % en manos de una sola persona.
Las Sicav tienen por su naturaleza la obligación de invertir en activos financieros. Es decir, deben comprar acciones, bonos, deuda pública o privada.
Pero, ¿y si las acciones que compran son de la empresa o el yate del poseedor del 99% de esa Sicav?
Esa empresa al estar dentro de la sociedad, tributaría ahora al 1%, ahorrándose el 18% del impuesto de sociedades por la empresa, y el 21% de IRPF por las acciones.
Además, la estructura de la Sicav permite que los otros 99 socios posean solo el 0,01% de esa empresa, a diferencia de lo que ocurre con los fondos de pensiones. En resumen, un coladero de millones que es perfectamente legal