Whatsapp , selfie, banca virtual en la banca
¿Acabará la digitalización de los bancos con la banca online?
La gran apuesta de los bancos por
la digitalización ya ha dejado, tras de sí, varios cadáveres: el banco online
Unoe y sus 1,6 millones de clientes fueron absorbidos por BBVA en diciembre de
2016, pocos meses después de que Bankia liquidase su marca virtual, Bankiliank.
Por las mismas fechas, Bankoa tomó una decisión similar: fulminar, por
“decisiones estratégicas”, la marca Tookam. No obstante, las bajas han sido suplidas por la entrada de nuevos actores virtuales,
como imaginBank, Ferratum Bank, N26 o Revolut. Una nueva oleada de bancos online de pequeña pulgada,
disponibles a través del móvil. Pero ¿realmente se diferencian tanto de la
banca física, más allá de la ausencia de oficinas?
Hasta no hace mucho, la diferencia
entre la banca física y la virtual era notoria. La banca online, la moderna, se caracterizaba por su
política de cero comisiones, por la ausencia de oficinas, por su servicio de
atención al cliente multicanal, por su apuesta por los productos de ahorro más
rentables que la media y por la agilidad en la contratación de sus productos.
La banca física, la tradicional, seguía siendo la preferida de los que
veneraban las oficinas y de aquellos que preferían el cara a cara, a costa de renunciar
a otras ventajas como la ausencia de comisiones sin vinculación. Sin embargo,
el fuerte proceso de digitalización que ha vivido el sector durante los últimos
años ha desdibujado la línea entre lo
nuevo y lo viejo, igualando en cierto sentido las ventajas de unos y otros,
apuntan desde el comparador de bancos HelpMyCash.com.
WhatsApp llega a la banca física
El número de clientes de los bancos
físicos que operan a través de Internet se ha multiplicado durante los últimos
años. Los tres bancos físicos por excelencia de España suman millones de
clientes digitales a nivel global. El
número de usuarios que gestiona sus finanzas por el móvil también ha aumentado
considerablemente, precisamente, las apps
son un elemento clave del nuevo ecosistema. A nivel internacional, BBVA tiene
casi 16 millones de clientes móviles, el Santander roza los 14 millones y
CaixaBank tiene más de 4.
Aquellos que prefieran operar a
través del móvil ya no necesitan cambiar de banco en busca de uno con un perfil
más digital. Todos los bancos españoles disponen de su propia aplicación con la
que pueden realizar las operaciones básicas, desde transferencias a consultas del
saldo. Muchos tienen también aplicaciones
extra para abonar las compras con el móvil o para gestionar servicios como
el bróker. Hasta WhatsApp, la aplicación de mensajería por excelencia, se ha
incorporado como un canal de atención al cliente. Al menos seis entidades
ofrecen este servicio y más de la mitad no son bancos virtuales como CaixaBank
o BBVA.
Abrir una cuenta con un ‘selfie’
Otra de las revoluciones que ha
vivido el sector recientemente ha sido la autorización del SEPBLAC a identificar
usuarios por videoconferencia, lo que ha dado luz verde a los bancos a permitir
la apertura de cuentas corrientes totalmente a distancia. EVO Banco, Self Bank,
BBVA, imaginBank, Abanca u Openbank son algunos de los bancos que ofrecen esta
opción.
Hasta tal punto ha llegado la
obsesión (o necesidad) del sistema bancario español por digitalizarse que no solo
se han apropiado de elementos propios de la banca virtual, sino que algunos han empezado a copiar su estrategia.
Durante los últimos años varios bancos físicos han lanzado cuentas virtuales
totalmente gratuitas para clientes con un perfil digital, que no requieren
asumir ningún tipo de vinculación y que ofrecen los servicios básicos sin coste
(tarjetas, transferencias, etc.). La
Cuenta Online de BBVA, la Cuenta ON de Bankia y la Cuenta Clara de Abanca
son tres ejemplos muy representativos, señalan desde el comparador.
Hasta ahora, si un cliente quería
contratar una cuenta totalmente gratuita sin atarse con el banco debía acudir,
sí o sí, a la banca online. Ahora, la banca física empieza a ofrecerle
opciones. No obstante, esta sigue siendo la principal diferencia entre unos y
otros. La política de la banca tradicional no ha cambiado en la mayoría de las
instituciones: a mayor vinculación, menos costes, mientras que la banca virtual sigue apostando por una
estrategia de exención de comisiones a todos sus clientes,
independientemente de lo vinculados que estén. De ahí que a pesar de la
revolución de la banca tradicional, la banca online siga siendo un refugio para
aquellos que huyen de las ataduras y de las comisiones.
La banca virtual despierta más simpatías
La banca online sigue sumando más
sonrisas. Una encuesta realizada por HelpMyCash el pasado año a 1.435 usuarios
reveló que la satisfacción de los
clientes de los bancos virtuales era considerablemente mayor a la que
tenían los de los bancos de toda la vida. Mientras que los primeros lograban
una puntuación de 3,7 sobre cinco, la banca física sumaba entre 2,9 y 3,1
puntos, según si se trataba de la banca pequeña, mediana o grande.
En cuanto a los productos, las
cuentas corrientes de los bancos online sumaban una puntuación de 4,1, las de
la gran banca, de 3,4, las de la banca mediana, de 3,1 y las de los bancos
pequeños, de 3,2. La transparencia de la banca online y su atención al cliente
también se vieron recompensadas con puntuaciones superiores a las que acumuló
la banca física. Y en el terreno de las comisiones, mientras que los clientes
de los bancos virtuales las puntuaron con un cuatro, los bancos del top 6 consiguieron un 2,8, los bancos
medianos, un 2,6 y los bancos pequeños, un 2,5.