Un mini préstamo es la solución a los imprevistos familiares
¿Son los minipréstamos
la solución para el 39 % de los españoles que no pueden hacer frente a
imprevistos?
Ya han pasado varios años desde que los prestamistas
privados irrumpieran en nuestro país y, desde entonces, no han parado de
ganarles terreno a las entidades bancarias. Es decir, han ofrecido a los
usuarios soluciones que la banca no ha aportado y, además, lo han hecho en el
momento oportuno.
De hecho, como indican desde el comparador financiero
HelpMyCash estas compañías aparecieron en un contexto en el que el país
se encontraba sumergido en una crisis económica y los ciudadanos necesitaban
vías de financiación alternativas. Especialmente, porque las entidades bancarias endurecieron sus requisitos y, en consecuencia,
redujeron considerablemente la concesión de capital. Además, estas empresas
de capital privado comenzaron a publicitarse en diferentes canales y, así,
pudieron estar presentes en el día a día de la sociedad.
¿Arrebatarán
estas compañías el papel protagonista de la banca?
Las
entidades de mini préstamos han conseguido captar una interminable lista
de clientes y parece que no tienen intención de parar.
Al
hilo de esto, cabe destacar que según la Encuesta
de Condiciones de Vida, elaborada anualmente por el Instituto Nacional de
Estadística, la variable “renta anual neta media (por hogar)” ha descendido un
13 % desde el año 2009 hasta el 2015. Si esto lo traducimos a cifras
monetarias, los hogares españoles han sufrido una caída en la renta media de
casi 4.000 euros en 6 años. Si a esto le sumamos que, en el mismo periodo de
tiempo, el porcentaje de hogares que no
puede hacer frente a imprevistos ha ascendido desde un 31,9 % hasta un 39,4 %,
podemos concluir que los mini préstamos han aparecido en el momento más
apropiado.
Sin
duda, el contexto económico y social han sido factores clave de cara al éxito
de estos productos, pero el principal factor diferencial han sido las
condiciones y características que ofrecen los prestamistas privados. Estos son
los más destacables: la velocidad con
la que nos permiten disponer del dinero, la
flexibilidad en cuanto a las condiciones que exigen o la comodidad de poder solicitarlos desde cualquier dispositivo con
conexión a Internet. En cambio, para recibir un crédito del banco,
probablemente tendremos que esperar varios días, los filtros que establecen
para conceder el dinero son mucho más estrictos (por ejemplo, requieren que
seamos clientes o que no estemos en Asnef) y para contratarlos tendremos que
acudir a una oficina y realizar mucho más papeleo.
Los bancos
se decantan por un buen ataque como defensa
Por
un lado, los bancos se han visto obligados a digitalizarse y adaptar sus
servicios a las nuevas tecnologías. Así, han
lanzado al mercado diferentes productos crediticios para que sus clientes
puedan disponer de dinero en cuestión de minutos como los préstamos
preconcedidos. Estos productos los podemos conseguir mediante un simple clic y
desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. No obstante, si queremos
que nuestro banco nos brinde esta opción, tendremos que ser clientes con una
determinada antigüedad y tener un historial óptimo.
Por
otro lado, la banca también ha comenzado a ofertar productos que se asemejan de
manera directa a los minicréditos. Un claro ejemplo es el Minikredit ofrecido
por la entidad Kutxabank con el que podemos conseguir hasta 3.000 euros al
instante y devolverlos en un plazo de entre 3 meses y 3 años.
No
obstante, aún hay algunas barreras que impiden a las entidades bancarias estar
al mismo nivel que los prestamistas privados, por ejemplo, que siempre nos exigirán que seamos clientes
para concedernos cualquier tipo de producto o servicio.