S&P mejora la perspectiva de rating crediticio de Bankinter
S&P mejora las perspectivas crediticias de
Bankinter.
La agencia de calificación crediticia Standard
& Poor's (S&P) ha mejorado recientemente la perspectiva de rating de
Bankinter desde 'estable' a 'positiva', al tiempo que ha confirmado la nota
crediticia de la entidad a largo y corto plazo en 'BB/B'. Se trata de la
segunda vez, en menos de cuatro meses, que la agencia estadounidense mejora su
perspectiva sobre los riesgos futuros del banco.
Según S&P, es probable que en los próximos
meses esta mejora de perspectiva se traduzca en una revisión al alza de la nota
crediticia si Bankinter mantiene los esfuerzos realizados para sanear su balance
y reforzar sus niveles de capital. A cierre del tercer trimestre, Bankinter
cuenta con un ratio de capital EBA del 11,7%, que le afianza como una de las
entidades más sólidas y solventes de España, y con un ratio de morosidad del
4,9%, menos de la mitad que el conjunto del sistema. En este sentido, S&P
considera que este bajo nivel de mora y las menores exigencias de provisiones
en un futuro, tendrán un impacto positivo en el beneficio orgánico de Bankinter
y en su capacidad de generar capital.
La firma estadounidense justifica igualmente su
decisión en el cambio de modelo de negocio llevado a cabo por Bankinter,
centrado en los rentables segmentos corporativos y de banca privada, así como
en el reforzamiento de su financiación minorista, la cual representa ya un 72%
de los créditos y préstamos otorgados (frente al 44,5% de hace cuatro años). De
este modo, su estructura de financiación es hoy menos dependiente de los
mercados mayoristas.
Standard & Poor's, que también ha revisado la
perspectiva de rating del Reino de España de 'negativa' a 'estable', considera
que Bankinter se beneficiará en los meses venideros de una favorable coyuntura
tanto a nivel macroeconómico como en el conjunto del sistema financiero
español. En su opinión, los riesgos del sector se han estabilizado y el volumen
total de provisiones tenderá a reducirse tras las dotaciones extraordinarias
exigidas al sector en 2012 para reconocer las pérdidas generadas tras el
estallido de la burbuja inmobiliaria. Asimismo, pone énfasis en el esfuerzo
realizado por el conjunto de bancos para incrementar la financiación minorista,
abaratar drásticamente el coste de los depósitos, aligerar a la mitad el peso
del crédito exterior en su mix de financiación y reducir la dependencia de las
líneas del Banco Central Europeo en más de un 40% desde el máximo alcanzado en
agosto de 2012.
Para más información:
Bankinter