viernes, 26 de abril de 2019

Cuenta de Ahorro Vs. Depósito bancario ¿cúal es mejor?


Encuentra las 7 diferencias: cuenta de ahorro vs. depósito
Cuando contamos con un rinconcito de ahorros, los productos bancarios con rentabilidad cobran especial interés. ¿Por qué dejar nuestro dinero olvidado en una cuenta corriente si podemos obtener una remuneración por él? He aquí el quid de la cuestión: ¿por cuál decantarnos?
Tanto las cuentas de ahorro como los depósitos bancarios a plazo fijo son herramientas que nos van a ayudar a hacer crecer nuestros ahorros sin riesgo. Sin embargo, aunque sean productos similares, no son idénticos. Para conocer cuál nos conviene, es necesario prestar atención a las particularidades de uno y otro y elegir el que más se adapte a nuestras necesidades como ahorrador.
Los expertos del comparador HelpMyCash.com han encontrado las siete diferencias entre las cuentas de ahorro y los depósitos bancarios, lo que nos ayudará a decidirnos por el producto que se ajuste exactamente a nuestro perfil.
Las 7 diferencias que te ayudarán a elegir
Siete parecen muchas diferencias cuando hablamos de cuentas de ahorro y depósitos a plazo fijo que, al final, son productos financieros que comparten una función muy específica: el ahorro. Ambos son instrumentos muy sencillos que consisten, básicamente, en depositar una cantidad equis de dinero en el banco a cambio de rentabilidad, no tienen más complicación.
Sin embargo, cuentan con diferencias que debemos conocer y tener en cuenta antes de contratar una opción u otra.
En primer lugar, la rentabilidad es una de las diferencias más importantes. Según el Banco de España, mientras que las cuentas de ahorro ofrecen un interés medio del 0,03%, el tipo de interés de los depósitos es del 0,04%. Aunque a priori la diferencia parezca ridícula, si analizamos el interés de los mejores productos, la cosa cambia. Los expertos del comparador explican que la TAE media de las diez mejores cuentas de ahorro es del 0,46%; sin embargo, en los depósitos a plazo a un año la TAE media asciende al 0,77%. En ambos casos, se han tenido en cuenta productos de bancos extranjeros comercializados en España.
El plazo es una de las diferencias más obvias, puesto que al contratar un depósito a plazo fijo, vamos a pactar un tiempo determinado durante el que nuestro banco custodiará nuestros ahorros. Las cuentas de ahorro no tienen plazo ni permanencia obligatoria, lo que da al ahorrador más libertad sobre su dinero.
La liquidez de las cuentas de ahorro sobre los depósitos puede ser una de las motivaciones para contratarlas. Los depósitos bancarios, aunque cada vez existen más y más opciones con cancelación anticipada, pueden penalizarnos si concluimos el contrato. En cambio, para acceder a nuestro dinero depositado en una cuenta de ahorro tan solo deberemos ordenar una transferencia a nuestra cuenta corriente asociada.
Otra de las disimilitudes entre ambos productos es la posibilidad de aumentar el saldo que se encuentra en el depósito o en la cuenta. ¿Cuál será la opción menos rígida? Vuelven a ser las cuentas de ahorro las que nos permiten una mayor libertad. En los depósitos, únicamente se remunerará la aportación inicial que realizamos cuando decidimos contratar el producto de ahorro, mientras que las cuentas permiten realizar las aportaciones que creamos precisas.
En relación a las aportaciones, las cuentas de ahorro nos van a remunerar, en la mayoría de los casos, desde el primer euro y, sin embargo, los depósitos suelen requerir un ingreso mínimo que puede ir desde 1.000 euros hasta más de 20.000.
También es importante conocer cuándo nos van a abonar los intereses generados por el producto de ahorro. Lo cierto es que en la mayoría de los depósitos a plazo fijo, el pago de intereses se realiza en el término del plazo, mientras que en las cuentas de ahorro suele haber más diversidad en el pago, siendo en algunos casos mensual, trimestral, semestral e incluso anual.
Por último y no menos importante, los expertos destacan la posibilidad de que el interés varíe, lo que puede ser positivo o negativo. Cuando firmamos un contrato de depósito, sabemos a qué interés exacto se va a remunerar nuestro dinero durante el período que dura el plazo. Sin embargo, el TIN en las cuentas de ahorro está sujeto a posibles cambios por parte de la entidad, por lo que puede verse mermado o, con mucha suerte, incrementado mientras tengamos contratada la cuenta (el banco debe avisar con dos meses de antelación si decide variar el interés).
En definitiva, elijamos el producto que elijamos, los expertos subrayan la importancia de conocer al detalle las condiciones antes de firmar. Ninguna de las dos opciones es absolutamente mejor, puesto que cada perfil de cliente cuenta con unas características financieras distintas.

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