Lo que te oculta el banco de las tarjetas de crédito
“Gratis, sin cuotas de mantenimiento, con la devolución de
una parte de las compras” son algunos de los eslóganes que suelen acompañar a
las tarjetas de crédito y que acostumbran a utilizar los bancos y las
financieras para colocar sus “plásticos” entre los consumidores. Sin embargo, hay una serie de aspectos que en muchas
ocasiones se pasan por alto y que condicionarán la experiencia que tenga el
cliente en el futuro con su tarjeta. El comparador de tarjetas de crédito
HelpMyCash.com hace un repaso sobre cinco aspectos que deberíamos
conocer sobre nuestras tarjetas y que pueden quedarse en el tintero en la
sucursal bancaria.
1.
Pago
aplazado por defecto
Muchas tarjetas de crédito llevan la modalidad de pago aplazado predeterminada, lo que significa que a
menos que el titular la cambie antes de usarla, las compras que realice se
fraccionarán en cuotas mensuales con los correspondientes intereses. Es
importante preguntar cuál es la modalidad de pago que lleva incorporada la
tarjeta por defecto y cambiarla por la que más nos interese, sobre todo porque
en muchas ocasiones la opción que viene de “fábrica” es el pago aplazado con cuota mínima mensual, lo que se traduciría en
alargar el abono de las compras excesivamente y acabar pagando más intereses de
lo esperado.
2.
Tipo de
interés elevado
No siempre resulta fácil encontrar en los folletos promocionales
el tipo de interés de las tarjetas, un aspecto muy importante que determinará
cuán caro será fraccionar una compra con el “plástico”. Lo ideal es que el TIN sea lo más reducido posible y que las deudas se
abonen en el menor tiempo posible. En julio, el tipo medio de las tarjetas
de crédito era de alrededor del 21 %, sin embargo se pueden encontrar tarjetas desde el 9 % de interés si se compara entre
toda la oferta del mercado.
3.
Comisiones
por sacar dinero
Las tarjetas de crédito, a diferencia de las de débito, permiten
a su titular utilizar unos fondos que no son suyos con el compromiso de
devolverlos en el plazo pactado junto con los intereses que correspondan. Esto
afecta también a las extracciones de efectivo: si se saca dinero de un cajero
automático, en realidad se está retirando una parte del importe de la línea de
crédito que posteriormente se tendrá que devolver y, además, se tendrá que
pagar una comisión por sacar dinero a
crédito (que puede superar el 3 %) y si
se usa un cajero que no pertenece a la entidad, otra comisión extra (que
puede llegar a ser de hasta 2 euros).
4.
Seguros
gratuitos que posiblemente no conocías
Las tarjetas de crédito son las reinas de los seguros. Sin
embargo, muchos de sus titulares los
desconocen. ¿La razón? La banca apenas ofrece información sobre las pólizas
gratuitas que acompañan a sus tarjetas y, además, como son las entidades las
que pagan las primas, el cliente suele desconocer las coberturas a las que
tiene derecho. Por lo general, las tarjetas de crédito suelen incorporar seguros de asistencia y
accidentes en viajes, y de protección de compras, dos pólizas que pueden
ser muy útiles, por ejemplo, al comprar por Internet o en caso de accidente en
el extranjero.
5.
En caso de
cancelación, tienes derecho a la devolución de la cuota
El artículo 21 de la Ley 16/2009 de
Servicios de Pago establece que cuando un servicio de pago incurra en gastos periódicos,
el cliente solo tendrá que abonar la parte proporcional hasta que resuelva el
contrato y, añade que, “cuando dichas comisiones se hayan pagado por anticipado, se
reembolsarán de manera proporcional”. Es decir, que si hemos pagado una
comisión de mantenimiento anual por nuestra tarjeta y antes de que finalice el
plazo la cancelamos, la entidad deberá reembolsar
la cantidad correspondiente al plazo que medie entre la fecha de resolución del
contrato y la fecha final del plazo.