Derecho universal a una cuenta bancaria
¿Derecho
universal a una cuenta? Sí, pero pagando
Hace cerca de seis meses, en España se aprobó un decreto que
garantiza el derecho universal a acceder a una cuenta. Esta ley tiene la
finalidad de que cualquier ciudadano, aunque tenga escasos recursos, pueda
disponer de una cuenta básica para pagar y no se quede fuera del sistema
financiero.
Las entidades tuvieron libertad para decidir si esta cuenta
básica sería gratuita o no y, lógicamente, optaron por la segunda opción. La
comisión máxima que se estableció y que el Ministerio de Economía,
Industria y Competitividad aprobó fue de 80 euros anuales o, lo que es
lo mismo, una tarifa de 6,66 euros al mes.
Esta decisión se tomó cuando Luis de Guindos estaba al mando
del Ministerio de Economía, pero con el cambio de ministro las primeras
peticiones para cambiar esta regulación no han tardado en llegar. Desde la
asociación de consumidores FACUA, por ejemplo, han reclamado a Román Escolano,
el nuevo ministro, que rehaga el decreto para que estas cuentas universales
sean totalmente gratuitas.
Las
comisiones bancarias, una gran fuente de ingresos para los bancos
Las comisiones representan una gran parte de lo que las
entidades ganan. De hecho, año tras año aumentan sus beneficios en comisiones.
En concreto, en 2017 la gran banca española ingreso 8.422 millones de euros
en concepto de comisiones, 50 % más que en 2016.
Sin embargo, gran parte de estas no provenían de las cuentas
bancarias, sino de otros servicios, como el cobro por la gestión de las
inversiones, por la contratación de productos más complejos, como préstamos o
hipotecas, o de los servicios que se prestan desde la banca privada.
A pesar del revuelo, muchos bancos ya comercializan cuentas bancarias básicas
totalmente gratuitas. Y para acceder a ellas no siempre es necesario
domiciliar la nómina. Entonces ¿cómo se explica que quieran cobrar hasta 80
euros por las cuentas bancarias básicas?
¿Por qué
pagar habiendo cuentas gratuitas?
Por un lado, tiene sentido que las cuentas básicas sean
gratuitas, ya que están dirigidas a personas con pocos recursos o bien a
personas que quizá hagan un uso limitado, como trabajadores que residan en otros países, pero vengan a trabajar a
España, señala el comparador bancario HelpMyCash.com. De hecho, en el
propio borrador de la normativa se especificaba que estas cuentas estaban
pensadas para todos aquellos consumidores que no tengan domicilio fijo, los
solicitantes de asilo e incluso los consumidores que no dispongan de permiso de
residencia.
Además, habiendo cuentas gratuitas, ¿por qué estas no
podrían serlo también? Pues lo cierto es que la diferencia entre unas y otras
reside, en parte, en los requisitos para contratarlas. Mientras que las cuentas
sin comisiones de los bancos españoles suelen requerir que el cliente resida en
España, las cuentas básicas no impondrán
este requisito, por lo que serán la única opción para muchos.