Las ‘fintech’, ¿una oportunidad para la banca?
Las ‘fintech’, ¿una oportunidad para la banca?
El despliegue de
nuevas empresas fintech parece
imparable y algunos bancos han percibido su ascenso como una oportunidad de
negocio. No obstante, lo cierto es que las
nuevas start-ups financieras son todo
un desafío para la banca tradicional y han puesto en jaque un sistema que
hasta no hace mucho estaba dominado por las entidades de crédito. BBVA Research
ya advirtió en diciembre de 2015 del riesgo que suponía el fintech para la banca tradicional: “Hipotéticamente, un
cliente podría contar
con todos los
servicios de un
banco (ahorro, pagos,
préstamos, inversión), uniendo
la oferta de
las diferentes start-ups”.
La alarma iba más allá al afirmar que “la
abundancia de servicios,
gratuitos y amigables
para el cliente,
está desagregando la
oferta de los
bancos creando grietas por las
que las entidades
financieras que no
se adapten podrían perder no
sólo los beneficios
de ese negocio,
sino también su
papel como interlocutor
central con el
cliente en lo
relativo a su
vida financiera”.
Un claro ejemplo de la disrupción
que han supuesto las fintech ha sido
la llegada de los neobancos. Un
sector cada vez más nutrido con notables protagonistas como Revolut, que cuenta
con un millón y medio de clientes o N26, que tiene más de 850.000 por toda
Europa. En España la presencia de los neo banks se ha disparado durante los últimos años:
imaginBank, Ferratum Bank, N26 o Revolut luchan por captar clientes, afirman
desde el comparador de productos financieros HelpMyCash.com.
Las fintech han dejado ser anecdóticas. Según el informe Fintech 100, las 50 principales fintechs
del mundo, seleccionadas por KPMG y H2 Ventures, han recaudado 4,8 billones de
dólares en el último año y más de 27 billones de capital agregado desde su
fundación.
La banca española invierte en las ‘fintech’
Así que si no puedes con tu
enemigo, únete él. Esta es la filosofía que han puesto en marcha entidades como
BBVA, que este año celebra la décima edición
de la mayor competición fintech del
mundo, el Open Talent 2018. En esta convocatoria se repartirán tres galardones
dotados con 50.000 euros cada uno en tres categorías que buscan premiar a las start-ups con mayor potencial para
transformar la industria financiera, la forma como las empresas gestionan sus
finanzas y la experiencia de los clientes bancarios.
Precisamente, BBVA fue reconocida
en diciembre del pasado año como “una de las corporaciones que más apoya a las start-ups en Europa” por la Startup
Europe Partnership (SEP), una plataforma europea establecida por la Comisión Europea
en enero de 2014, según informa la entidad. El director general de Nuevos
Negocios Digitales de BBVA declaró, por aquel
entonces, que “impulsar el crecimiento de los negocios fintech más disruptivos es una ambición estratégica para BBVA,
tanto de manera externa como dentro del grupo, donde estamos desarrollando
auténticos negocios digitales”.
La entidad presidida por Francisco
González ha sido muy activa en el sector, tanto por la adquisición e inversión en start-ups, con la compra de Simple (Estados
Unidos), Holvi (Finlandia), Openpay (México) o Madiva (España) y la inversión
en Atom Bank (Reino Unido), como por el fomento del fintech y la creación de
nuevas compañías dentro del grupo, como Trust·u o Tuyyo, entre otras.
Banco Santander tampoco ha podido
resistirse al negocio. Y, de hecho, le ha salido bien la jugada. En 2015 el
Santander invirtió en la compañía Ripple
a través de su fondo Santander InnoVentures. El banco presidido por Ana
Botín se sumó a la ronda de financiación de la empresa estadounidense con una
inversión de cuatro millones de dólares. Dos años y medio después, la capitalización
del Ripple, la criptomoneda lanzada por la compañía, se ha multiplicado por 137,
según Coinmarketcap.
Pero el Santander no fue el primero,
imitó a otros bancos españoles que ya
habían invertido en el sector de las criptomonedas, como BBVA que entró
como inversor en Coinbase o Bankinter que lo hizo en la española Coinffeine.
Santander se ha convertido en un
inversor activo en el terreno del fintech,
con apuestas por empresas como iZettle y MyCheck, compañías de pagos móviles,
la empresa de préstamos Kabbage o Curve, del sector de los medios de pago.
La digitalización de la banca
A pesar de la fuerte inversión de
la banca en el sector fintech, los
propios bancos han intentado lanzar sus propias aplicaciones tecnológicas. La
transformación digital de la banca ha traído consigo innovaciones tales como la
creación de cajeros contactless, la implantación de aplicaciones para enviar dinero
a través de apps de mensajería o la
posibilidad de abrir cuentas corrientes a través del móvil por videoconferencia.
CaixaBank, una de las entidades más desarrolladas en el terreno tecnológico de
España, se atrevió en 2016 a lanzar
imaginBank, el primer banco móvil made
in Spain.
Eso sí, los propios bancos han
pedido un marco regulatorio más justo. Santiago Fernández de Lis, responsable
de Sistemas Financieros y Regulación de BBVA Research, recalcó el pasado año,
según recoge la web de la entidad, que “es
necesario un terreno de juego equilibrado para todos los actores involucrados,
que permita afrontar los riesgos que se plantean y garantizar una competencia
justa”. La presidenta de Banco Santander mostró la misma preocupación el pasado
año y aprovechó para reclamar un sistema igualitario. "Si das un préstamo,
das un préstamo, independientemente de
si eres o no un banco. Y lo mismo debería
aplicar si tomas depósitos. Hay que valorar a quién se aplica la
regulación", recalcó Botín.