miércoles, 30 de septiembre de 2015

Aumentan el número de transacciones con tarjetas de crédito

El número de transacciones con tarjetas de crédito crece un 130 % en 10 años

Las transacciones con tarjetas de crédito, tanto con pago aplazado como con pago a fin de mes, en terminales de punta de venta han crecido un 131 % entre 2004 y 2014 y un 502 % desde la entrada del milenio. La posibilidad de pagar el importe total de las compras en un único cargo a final de mes (débito diferido) o de forma fraccionada (a crédito) ha calado hondo entre la sociedad, que ya está más que acostumbrada a utilizar este tipo de “plásticos” como medio de pago habitual. 

Durante el pasado 2014 se realizaron en España 1.337 millones de operaciones con tarjetas de crédito y débito diferido, mientras que en 2004, diez años antes, únicamente 578 millones y en el año 2000 la cifra desciende hasta los 222 millones, señalan desde HelpMyCash.com.

El incremento del número de operaciones ha sido gradual. Desde 1997, fecha a partir de la cual el Banco de España publica datos relativos a las transacciones con tarjetas, el número de operaciones siempre ha ido en aumento con un crecimiento medio anual del 14,16 %. Desde el 97, el año en el que más creció el número de operaciones fue 2002 cuando las operaciones a débito diferido y a crédito repuntaron un 54,82 %. Por el contrario, el año en el que menor ha sido el incremento es 2012, con un aumento de tan solo el 0,15 %. Desde 2009 ha habido una desaceleración en este sentido con incrementos anuales por debajo del 5 %, salvo en 2010.

¿Mejor a débito diferido o a crédito?

Se trata de dos métodos de pago asociados a las tarjetas de crédito. El primero consiste en ir acumulando el importe de las compras y pagarlas de golpe al final del período de liquidación, en un único cargo. Pagar a crédito, por el contrario, se entiende como fraccionar una compra y pagarla en cuotas periódicas. El primero no genera intereses, mientras que el segundo sí. En una operación a débito diferido se paga únicamente el importe de la compra mientras que si se fracciona, la deuda se encarece debido a los intereses. 

Sin embargo, no todo son pegas. Si se utiliza una tarjeta de crédito gratis con un tipo de interés bajo, puede resultar útil y práctico. Por ejemplo, imaginemos que hemos comprado una tablet por valor de 400 euros. Podemos pagarla en el momento de la compra con una tarjeta de débito clásica, de manera que el importa se descontará automáticamente de nuestra cuenta. Podemos pagarla a débito diferido a final de mes y abonar los 400 euros más el importe del resto de las operaciones que hayamos hecho con este modo de pago. O podemos pagarla a plazos: en 2, 3, 6 meses o el tiempo que necesitemos. 
Siguiendo con el ejemplo, si fraccionamos la compra con la tarjeta de crédito de ING Direct, uno de los “plásticos” con la TAE más baja del mercado, a 3, 6, 12 o 18 meses se nos aplicará un interés del 14,06 % (15 % TAE). Así, si pagásemos los 400 euros en 3 cuotas al final habríamos pagado 9,41 euros de intereses; si el plazo fuese de 6 meses, 16,56 euros; de 12 meses, 31,12 euros; y de 18 meses, 45,98 euros. Es importante extender la deuda el menor tiempo posible, ya que así los intereses serán menores. En cualquier caso, si la deuda se extiende por un período breve de tiempo, los intereses no son muy elevados (a 3 meses únicamente 9,41 euros) y puede ser cómodo para pagar una compra de importe alto.


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