Vinculación bancaria y ahorro es posible
Cuando pensamos
en el concepto de vinculación bancaria, lo asociamos con un aumento
del precio. Si contratamos un producto bancario y la entidad nos
exige adquirir otros adicionalmente, probablemente deberemos
desembolsar un coste extra. No obstante, como recuerdan desde el
comparador de productos financieros HelpMyCash.com, esto no
siempre es así. Los casos en los que la vinculación significa
ahorro son varios y, a continuación, explicaremos dos de los más
habituales.
Ahorrar
hasta 200 euros al mes gracias a las cuentas nómina
Una de las formas
más sencillas de ahorrar gracias a la vinculación es mediante una
cuenta nómina. Estas cuentas bancarias, como su
nombre indica, exigen domiciliar un sueldo mensual, algunos recibos
del hogar y, en ocasiones, contratar una tarjeta asociada.
Todas estas
vinculaciones son totalmente gratuitas y, gracias a ellas,
tendremos más facilidades para acceder a ciertas ventajas. Una de
las más populares es la ausencia de comisiones, una ventaja
que nos permitiría ahorrar hasta 200 euros anuales. También
podremos acceder a una amplia oferta de descuentos y promociones
en diferentes actividades de ocio o comercios o, incluso, conseguir
una rentabilidad elevada para los ahorros.
La
vinculación hipotecaria como ahorro
Otro caso en el
que la vinculación puede significar ahorro es en las hipotecas.
Los bancos suelen rebajar el interés si el cliente contrata otros
productos comercializados por ellos mismos. Es decir, si una hipoteca
tiene un interés de, por ejemplo, el 2 % TIN, por cada producto
vinculado adicional que se contrate podrían rebajarlo entre 0,30 y
0,05 puntos.
Sin embargo, la
vinculación en las hipotecas es más compleja que en las cuentas
nómina. Para empezar, debemos diferenciar dos tipos de
vinculaciones, las que suponen un coste para el cliente y las que no.
Con las primeras, hay que valorar tanto el precio como las
características del producto que se vaya a contratar. Si se trata de
las segundas, vinculaciones como domiciliar la nómina o los recibos,
deberemos preguntarnos si realmente nos compensa “casarnos” con
el banco para conseguir esa rebaja del interés.
Entonces,
¿cuándo debería aceptar la vinculación?
A modo de
resumen, podemos afirmar que aceptar la vinculación será
positivo para el cliente siempre que sea gratuita. Eso sí,
siempre debemos asegurarnos de que podremos cumplir los requisitos
que impondrá el banco, como mantener un saldo mínimo en la cuenta o
cumplir unos meses de permanencia.
No obstante, la
situación se complica cuando con la hipoteca o una cuenta nómina de
alta vinculación nos exigen contratar productos que sí tienen un
coste, como sería un seguro de vida o uno de hogar. Para
determinar si la vinculación supondrá un ahorro real o no deberemos
valorar varias cosas. Para empezar, hay que analizar las
características del producto adicional que estamos adquiriendo.
Además, deberíamos asegurarnos de que el coste se adecúa al que
podríamos encontrar al mercado. Por último, tenemos que
preguntarnos si realmente necesitamos ese producto, ya que, en caso
contrario, estaríamos pagando por algo que realmente no nos
interesa.