Supermercados, gasolineras y estancos, los cajeros automáticos del siglo XXI
El efectivo
continúa siendo una pieza clave en España. El elevado número de
cajeros automáticos que pueblan nuestra geografía (más de 50 mil
al cierre del segundo trimestre del año, según el Banco de España)
propicia esta situación. Sin embargo, no nos dejemos engañar por
las cifras. Mientras que hay ciudades en las que los dispensadores de
papel moneda se concentran en cada esquina, hay un amplio número
de municipios que no tienen ni uno, lo que dificulta a sus
habitantes acceder al efectivo.
El 48 % de los
municipios españoles no dispone de ninguna oficina bancaria, según
un estudio del economista Joaquín Maudos, lo que equivale al 2,4 %
de la población. Si tenemos en cuenta que los cajeros automáticos
acostumbran a situarse en las sucursales, el número de pueblos que
no tienen acceso directo al efectivo es muy elevado. Pero ante
grandes males, grandes remedios. El cashback
(devolución de dinero) ha aterrizado en España, un sistema
novedoso en nuestro país que, no obstante, es habitual en lugares
como el Reino Unido o los Estados Unidos.
¿En
qué consiste?
Básicamente, se
trata de pagar con tarjeta en un comercio un importe superior al
valor de la compra y recibir en efectivo la diferencia, explican
expertos del comparador de productos financieros HelpMyCash.com. Por
ejemplo, acudimos a una gasolinera o a repostar carburante y la
factura total asciende a 30 euros. Lo habitual sería abonar esa
cantidad, subirse al coche y seguir nuestro camino y, en caso de
necesitar efectivo, parar posteriormente en un cajero automático.
Gracias al cashback, podemos pagar en la gasolinera una
cantidad superior, por ejemplo, 50 euros y recibir un billete de
20 euros de vuelta. Una fórmula sencilla que sustituye a los
cajeros de toda la vida.
Ahora bien,
¿dónde se puede recurrir a esta opción? De momento, este sistema
no está muy extendido en España y solo ING lo ha implantado.
Concretamente, la entidad permite utilizar a sus clientes 17 mil
establecimientos repartidos por toda España como si se tratasen
de un cajero automático. La red de establecimientos adheridos está
compuesta por las tiendas DIA, La Plaza y Clarel, y por las
gasolineras Galp, Shell y Disa; 4 mil puntos de venta a los que este
mes de octubre se le han añadido unos 13 mil estancos.
Los clientes de
la entidad holandesa que quieran beneficiarse de este servicio tienen
que instalar
la aplicación Twyp Cash de ING en su móvil, disponible
tanto para iOS como para Android, acudir a uno de los
establecimientos adheridos, hacer una compra e indicar en el momento
del pago cuánto se quiere sacar (entre 20 y 150 euros). De momento,
la app ya cuenta con más de 350.000 usuarios.
¿Qué
ventajas tiene el ‘cashback’ para los comercios?
Las ventajas para
los consumidores son evidentes, pero ¿qué hay de los comercios?
Además de incluir un servicio más en su oferta, su principal
ventaja es la disminución del efectivo en caja. El hecho de
reducir el volumen de dinero en metálico rebaja los costes de
manipulación del efectivo, además de que se rebajan los riesgos que
supone tener dinero en el establecimiento.