Realizar transacciones en otra moneda
Realizar transacciones en otra moneda sin sentirnos timados será posible
en 2019
Si estamos en el extranjero y
pagamos con nuestra tarjeta de débito o crédito, lo más seguro es que nos hayan
cobrado comisiones por el cambio de divisa. Lo mismo ocurre con las
transferencias o en las retiradas de efectivo en países que operan en otra moneda.
Muchos no conocen la comisión oculta que
aplican los bancos al realizar la conversión. Se trata de un margen, que
puede fluctuar entre el 0% y el 4%, que los bancos están aplicando sin ni
siquiera notificárnoslo en el extracto de la cuenta. Además de este pellizco,
la mayoría de las entidades bancarias cobran explícitamente una segunda
comisión por realizar transacciones en otra moneda.
En 2014, Europa introdujo una
normativa en referencia a los pagos transfronterizos entre los países de la
zona euro, la llamada zona SEPA (Single
Euro Payment Area). Esta regulación ha solventado la problemática que
causaban los altos costes de las transferencias realizadas entre los países de
Europa. Gracias a la implantación de esta normativa, ya es posible emitir transferencias
en euros a cualquier país ubicado en la zona euro de forma
gratuita, como ocurre con las transferencias nacionales.
Europa vuelve a defendernos ante
los pagos realizados en países de la UE que
no operan con el euro. La operativa en países como Reino Unido, Polonia,
Dinamarca, Croacia o Suecia está ahora mismo sujeta a elevados costes y, para
reparar este problema, la Comisión
Europea ha propuesto una reforma de los pagos transfronterizos.
Según los expertos de
HelpMyCash.com, la implantación de esta normativa es una buenísima noticia, ya que actualmente la única manera de esquivar
estas comisiones es a través de las nuevas
entidades fintech, que ofrecen
productos con ventajas como la eliminación o abaratamiento de costes en
transferencias y en pagos y retiradas de efectivo en diferente moneda.
Los pagos en la UE serán más baratos y transparentes
El objetivo principal de esta nueva
normativa es abaratar las comisiones,
hacerlas más transparentes y crear una mejora en la economía de la UE,
promoviendo la integración entre los ciudadanos y las empresas.
Asimismo, los proveedores de
servicios de pago estarán obligados a aportar una mayor transparencia a la información que aportan sobre los costes y
comisiones de este tipo de operaciones. Muchas veces no sabemos el precio de la
transacción en otra divisa hasta que no la finalizamos o, incluso, hasta que
pasan unos días. De esta manera, los clientes podrán tener conocimiento previo de cuánto se les va a cobrar y podrán comparar
qué opciones tienen a su alcance y elegir la que más les convenga.
La Comisión de Asuntos Económicos
del Parlamento Europeo ya ha aprobado
esta reforma con 37 votos a favor, tres en contra y tres abstinencias. El
siguiente paso será que el Pleno del Parlamento Europeo también apruebe esta
normativa, lo que tendrá lugar en los próximos dos meses. Al haber conseguido
mayoría absoluta, lo más seguro es que el
Pleno la apruebe y entre en vigor el próximo año.
¿La banca nunca pierde?
Está claro que con la aplicación de
esta reforma, los consumidores salen ganando, aunque la Comisión Europea
estipula que el margen que cada banco
aplica al realizar la conversión de una moneda podría aumentar para contrarrestar la pérdida de ingresos provocada
por el abaratamiento de los costes en este tipo de transacciones.
Sin embargo, la Autoridad Bancaria
Europea tiene como propósito redefinir la regulación en cuanto a la
transparencia de las entidades en este sentido, por lo que auguramos un futuro para los pagos entre los países de
la UE más competitivo y transparente.