La economía de acaba 2013 con un crecimiento intertrimestral del 0,2%
La economía española registró en
el cuarto trimestre de 2013 un avance intertrimestral del 0,2%, una décima
superior al del tercer trimestre. En términos interanuales el PIB disminuyó un
0,2%, casi un punto menos que en el trimestre anterior. El conjunto del año se
cerró con un retroceso medio anual del 1,2%, una décima inferior a lo previsto
por el Gobierno y cuatro décimas menor que el registrado en 2012. El
crecimiento del consumo, de la inversión en bienes de equipo y el aumento del
empleo, impulsan la nueva etapa de recuperación de la economía.
La demanda externa neta continuó
su evolución positiva, si bien recortó en seis décimas su aportación al
crecimiento interanual del producto, hasta situarse en 0,4 puntos porcentuales.
Por el contrario, la demanda nacional presentó un comportamiento menos
contractivo, restando 0,6 puntos al crecimiento, un punto y medio menos que en
el trimestre anterior.
La menor aportación de la demanda
externa neta al crecimiento interanual del PIB fue debida a una aceleración de
las importaciones, muy superior a la de las exportaciones. Así, las
importaciones se incrementaron un 2,7%, 2,1 puntos más que en el tercer
trimestre, mientras que las exportaciones avanzaron un 3,7%, dos décimas más
que en el periodo julio-septiembre.
En términos intertrimestrales,
las exportaciones se aceleraron dos décimas en el cuarto trimestre, hasta el
0,8%, debido al mayor dinamismo de las exportaciones de servicios (2,3% frente
al 0,3% del tercer trimestre) y, en particular, de los servicios no turísticos,
pues el gasto de los no residentes en España se redujo el 1,5% después de dos
trimestres de avances consecutivos (3,5% en el tercero). Por su parte, las
exportaciones de bienes se desaceleraron seis décimas, hasta anotar una tasa
intertrimestral del 0,2%. Las importaciones descendieron un 0,6% respecto al
trimestre precedente, después de crecer el 2,1% en el tercer trimestre, caída
atribuible a las importaciones de bienes (-1,2% frente al 4,2% del trimestre
anterior). Las de servicios crecieron un 2,1%, tras la caída del 5,5% del
tercer trimestre, debido al incremento de los servicios no turísticos, mientras
que el gasto de los residentes en el resto de mundo disminuyó un 0,2%, frente
al aumento del 6,5% del trimestre previo.
En un análisis más detallado de
la evolución de la demanda nacional, el gasto en consumo final de los hogares
mantuvo estabilizado su ritmo de crecimiento intertrimestral en el 0,5% de
octubre a diciembre. Por su parte, el gasto en consumo final de las
Administraciones Públicas se redujo un 3,9%, tras aumentar el 0,6% en el
trimestre anterior. La formación bruta de capital fijo anotó un incremento
intertrimestral del 0,7%, igual al del trimestre previo. Esta estabilización
fue debida a una moderación en la caída de la inversión en el sector de
construcción, que pasó del -0,9% en el tercer trimestre al -0,1% en el cuarto y
compensó el menor dinamismo de la inversión en equipo (1,7% frente al 2,4% del
tercer trimestre) y de los activos fijos inmateriales (1,5% frente al 4,6% del
trimestre anterior).
Desde la perspectiva de la
oferta, el VAB del sector servicios, el de mayor peso en el PIB, volvió a
crecer por tercer trimestre consecutivo, 0,4% intertrimestral, tasa idéntica a
la del periodo julio-septiembre. El VAB de la industria anotó una variación
nula, frente al incremento del 0,6% del tercer trimestre, y la construcción
moderó casi un punto su ritmo de descenso intertrimestral, hasta el -0,4%. La
agricultura, por su parte, anotó una tasa positiva del 3,3%, 4,6 puntos
superior a la del trimestre precedente.
El ritmo interanual de
destrucción de empleo, en términos de puestos de trabajo equivalente a tiempo
completo, se redujo más de la mitad en el cuarto trimestre, hasta el 1,6%. En
términos intertrimestrales el empleo registró una tasa positiva del 0,1%. Como
consecuencia de la evolución del PIB y del empleo, la productividad por ocupado
se desaceleró siete décimas, hasta el 1,5%. Por su parte, la remuneración por
asalariado se aceleró más de dos puntos, hasta el 2,7%, de modo que los costes
laborales unitarios se incrementaron un 1,2% (-1,6% en el trimestre anterior).
Respecto a las variables
nominales, el deflactor del PIB se desaceleró dos décimas en el cuarto
trimestre, hasta el 0,2% interanual, debido a la evolución del deflactor del
consumo privado, que creció el 0,3%, un punto menos que en el trimestre
precedente, así como a la mayor caída del deflactor de las exportaciones (-2,2%
frente al -1,4% anterior). El deflactor del gasto en consumo de las AAPP pasó
de crecer un 0,4% en el tercer trimestre al 3,5% en el cuarto y el de las
importaciones descendió el 1,8%, una décima menos que en el tercer trimestre.
La economía española presentó en
el cuarto trimestre de 2013 una capacidad de financiación exterior de 7.815
millones de euros, superior en 1.339 millones de euros a la de un año antes. En
términos del PIB, ello supone una capacidad de financiación próxima al 3%,
superior a la del cuarto trimestre de 2012 (2,5%).
La media anual de crecimiento de
la actividad en 2013 arrojó una tasa del -1,2%, una décima superior a las
previsiones oficiales. La aportación de la demanda nacional fue
1,4 puntos menos negativa (hasta -2,7 puntos) y la de la demanda externa
fue de 1,5 puntos. El proceso de corrección de desequilibrios continuó con gran
fuerza, de modo que la economía española pasó de registrar una necesidad de
financiación superior a medio punto de PIB en 2012, a una capacidad de
financiación del 1,5% del PIB. Esta mejora se produjo en paralelo a una
trayectoria de moderación de los costes salariales y de los precios.
En definitiva, la contabilidad
nacional de los dos últimos trimestres del año confirma el inicio la
recuperación de la actividad económica. La inversión en bienes de equipo lleva
cuatro trimestres con tasas intertrimestrales
positivas, hasta alcanzar un crecimiento del 2,2% en media anual. El consumo
privado, por su parte, lleva tres trimestres consecutivos con tasas de
crecimiento positivas. Estos datos positivos también están llegando al empleo.
El último trimestre del año fue el primero desde el comienzo de la crisis en el
que el empleo creció tanto en términos de EPA como de contabilidad nacional y
afiliaciones a la Seguridad Social, en datos desestacionalizados en los tres
casos. Los principales indicadores adelantados y la composición de la demanda apuntan
a un refuerzo de estas tendencias y a la recuperación de la producción y el
empleo durante 2014.
Para más información:
Ministerio de Economía y
Competitividad