jueves, 21 de enero de 2016

Hipotecas con carencia o diferencial bajo ventajas e inconvenientes

Hipoteca con carencia o con un diferencial bajo


Contar con un diferencial bajo en la hipoteca es el objetivo de la mayoría de las personas que se encuentran buscando financiación para comprar una vivienda. Sin embargo, el interés no lo es todo, existen otras condiciones que pueden hacer mejor una hipoteca como la vinculación, las comisiones, el plazo, o la carencia, una ventaja que no todos los préstamos hipotecarios incluyen y que sin embargo puede ser de gran ayuda.

Razones por las que elegir una hipoteca con carencia

La carencia de la hipoteca permite dejar de pagar una parte de la cuota de la hipoteca, o la totalidad de la cuota durante un período de tiempo determinado. Por lo tanto si la hipoteca incluye esta ventaja, el hipotecado podrá hacer disfrutarla sin tener que negociarla con el banco.

La carencia total o parcial es un recurso que puede ser de gran ayuda si estamos atravesando  un problema de liquidez puntual, ya que de esta forma dejaremos de pagar la hipoteca o reduciremos la cuota, durante un periodo de tiempo, que suele ser como máximo de 3 años.

Otra circunstancia en la que se agradece contar con carencia hipotecaria por contrato es al inicio de la hipoteca. Algunas entidades como Laboral kutxa ofrecen  un periodo inicial de 12 meses de carencia. De esta forma, el primer año podremos afrontar otros pagos como la compra de muebles o electrodomésticos.

Sin embargo la carencia hipotecaria tiene varios inconvenientes: aumenta el plazo y el importe final del préstamo hipotecario. Si solicitamos una hipoteca parcial solo pagaremos la parte proporcional de la cuota destinada a intereses, pero no amortizaremos capital, por lo que cuando acabe la carencia, seguiremos debiendo el mismo capital. 

Un diferencial bajo es prioritario a la carencia hipotecaria

Tener una hipoteca con carencia es una muy buena opción, pero según el comparador financiero HelpMyCash.com, antes de fijarnos en la carencia, es mejor negociar una hipoteca con un diferencial bajo, porque al fin y al cabo la carencia es un recurso eventual y el interés de la hipoteca influye mensualmente en la cuota. 

Por lo tanto, la mejor opción es conseguir una hipoteca con un bajo diferencial, y si es posible que cuente también con carencia. En el mercado actual existen hipotecas que combinan las dos variantes.
La Hipoteca Sin de Bankinter tiene un interés muy competitivo de euríbor + 1,20 % a partir del segundo año, y cuenta con la posibilidad de solicitar hasta 3 meses de carencia al año.

La Hipoteca Mari Carmen de Abanca tiene un interés de euríbor + 1,25 % a partir del segundo año, y ofrece hasta 24 meses de carencia, una vez amortizados 20 años de la hipoteca

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