Aprende a usar tus tarjetas de crédito para ahorrar
Cómo
aprender a usar tus tarjetas de crédito y ahorrarte más de 3.000 euros
Debido a su facilidad de uso y la inmediatez que nos ofrecen las tarjetas
de crédito, son muchos los usuarios que las utilizan como método
habitual de financiación para sus gastos, prueba de ello es que en agosto había
acumulado 10.379 millones de euros de
saldo pendiente en tarjetas de crédito con método de pago aplazado, de
acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de España. Las tarjetas
son una gran herramienta financiera; no obstante, un mal uso en la forma de
utilizarlas puede hacer que paguemos casi 3 veces más que con otras formas de
financiación, según informa el comparador financiero HelpMyCash.com.
El error que hace que pagues de más
con tus tarjetas
Muchas tarjetas de crédito nos permiten obtener un límite de
crédito bastante alto que puede llegar hasta los 8.000 euros, una cantidad que
muchos créditos también nos permiten obtener. Pero mientras que los intereses
medios de una tarjeta rondan el 21 %, con los créditos estos intereses son del
8,5 % aproximadamente. El error está en
no utilizar un préstamo personal cuando es posible para pagar menos intereses
y quedarnos con la tarjeta de crédito para financiar gastos grandes.
Para verlo de manera más clara, el comparador HelpMyCash.com
ha hecho una simulación de cuánto
tendríamos que pagar en intereses y la mensualidad a la que tendríamos que
hacer frente con una tarjeta o un préstamo para una financiación de 8.000
euros a reembolsar en cinco años.
La diferencia entre
ambos tipos de financiación es de 3.137 euros, unos intereses casi tres veces
más altos con una tarjeta de crédito y con una cuota mensual de 52 euros
más elevada. Es por esto que siempre es recomendable acudir a los métodos de
financiación con intereses más bajos siempre que las características del
crédito se adecúen a la finalidad que deseemos.
Cuándo
deberíamos utilizar las tarjetas
Estas cifras no significan que las tarjetas no sean un buen
método de financiación. Estos “plásticos” son
una gran alternativa para conseguir dinero a crédito si sabemos cómo usarlas
correctamente. Ante todo es importante saber cuáles son los gastos que
podemos o no financiar. Las tarjetas están diseñadas para hacer frente a gastos
un poco más altos de lo normal y que preferimos pagar al mes siguiente o en
varios meses como la compra de un nuevo electrodoméstico o los billetes de un
viaje.
Por ejemplo, un gasto de 500 euros con nuestra tarjeta de
crédito al 21 % y pagado a 3 meses generará
solo 17 euros en intereses, una cifra no demasiado alta y que nos permitirá
repartir un gasto elevado en varias cuotas.
La clave para el buen uso de las tarjetas es saber cuánto debemos utilizarlas y en cuántos
meses deberíamos pagar el saldo dispuesto y hacerlo al mes siguiente sin
intereses si nuestra economía nos lo permite.