Cuenta sin comisiones libertad condicionada
Cuentas sin comisiones, una libertad
condicionada
A pesar de las declaraciones que José María Roldán,
presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), pronunció pasado mes de
abril y en las que advertía acerca de la necesidad de que los bancos debían
acostumbrar a sus usuarios a pagar comisiones asociadas a sus cuentas y a los
servicios financieros prestados para conseguir hacer frente al difícil contexto
actual, son muchos los bancos que siguen incluyendo las cuentas sin comisiones
en su oferta de productos.
Según un informe elaborado por la asociación del consumidorAdicae y publicado a principios de este año, los usuarios pagamos aproximadamente una media de 400 euros en concepto
de comisiones bancarias. Una considerable suma de dinero que podríamos
ahorrarnos mediante la contratación de una de las numerosas cuentas sin
comisiones que inundan el actual mercado económico. Sin embargo y como bien
señalan desde el comparador financiero HelpMyCash.com, las cuentas sin comisiones suelen estar reservadas para aquellos
clientes que estén dispuestos a establecer un cierto grado de vinculación con
su entidad bancaria.
¿Cuál es el truco de algunas cuentas
sin comisiones?
Si bien es cierto que una cuenta exenta de gastos
relacionados con la operativa bancaria básica y, en ocasiones, con los
productos asociados (tarjetas, libreta de ahorros…) puede resultar muy
atractiva, los bancos no son
instituciones benéficas y muy rara vez ofrecen productos de estas
características sin pedir nada a cambio. Por este motivo, desde el portal
web financiero HelpMyCash.com informan de la importancia de leer la letra
pequeña del contrato y fijarnos en una serie de aspectos antes de decidirnos a
contratar una cuenta sin comisiones en un banco o en otro.
Uno de los principales requisitos que las entidades
bancarias suelen pedir a los titulares de sus cuentas sin comisiones es la domiciliación de una nómina, una pensión o una prestación por
desempleo. Según el banco con el que decidamos contratar nuestra cuenta,
existe la posibilidad de que estemos obligados a que nuestros haberes tengan
que alcanzar al menos una cuantía mínima como sería el caso de la Cuenta Expansión de Banco Sabadell,
cuyo importe mínimo es de 700 euros; o, todo lo contrario, que no importe si
nuestros ingresos son de una cantidad u otra, como por ejemplo sucede con ING Direct y su Cuenta Nómina.
Ahora bien, hay bancos que no tienen suficiente con que sus
clientes domicilien la nómina o sus ingresos periódicos y, por esta razón, no debería sorprendernos que algunas
entidades bancarias nos pidan que llevemos a cabo otro tipo de acciones
para aumentar nuestra vinculación con ellas como, por ejemplo, llevar a cabo
toda la operativa vía online o mobile,
domiciliar aquellos recibos relativos a los gastos del hogar, realizar un
determinado número de compras con las tarjetas asociadas a nuestra cuenta sin
comisiones, mantener un saldo medio en la cuenta o contratar otros productos
gestionados por la propia entidad bancaria (depósitos, fondos de inversión,
etc.), entre otras.
Una cuenta sin comisiones, ¿para
siempre?
Antes de contratar una determinada cuenta sin comisiones,
los expertos financieros del comparador nos advierten de que debemos prestar
especial atención a si la exención de
comisiones es perpetua o si bien responde a una promoción o campaña de
bienvenida llevada a cabo por el banco como estrategia comercial para
llamar la atención de nuevos clientes y conseguir así sus ingresos y, de paso,
una inyección de liquidez periódica.
Aunque los bancos cuentan con absoluta libertad para aplicar
comisiones por cualquier servicio prestado y establecer el coste que considere
oportuno para cada uno de ellos, las entidades bancarias están obligadas a proporcionar a sus clientes esta
información a través de su libro de
tarifas y también a avisarles de
cualquier modificación al menos dos meses antes de empezar a aplicar una nueva
comisión.