Esperar a la nueva ley hipotecaria o pasarse al tipo fijo
Pasarse ahora al tipo
fijo o esperar a la nueva ley: el dilema de los hipotecados más cautos
Muchos hipotecados esperan a que se
promulgue la nueva ley hipotecaria para que les salga más barato pasarse del
tipo variable al fijo mediante una subrogación, es decir, cambiándose a otro
banco. Sin embargo, desde el comparador financiero HelpMyCash.com afirman que,
probablemente, sale más a cuenta cambiar
la hipoteca de banco antes de que termine el año, pues es
difícil que los reducidos intereses fijos que se ofrecen actualmente se
mantengan mucho tiempo más.
Ahorrarse la comisión
vs. adelantarse a una subida de tipos
En estos momentos, muchos bancos están dispuestos a ofrecer
intereses fijos incluso por debajo del 2% a 20 años: Bankinter, Liberbank,
Targobank… Sin embargo, desde HelpMyCash avisan que, probablemente, se trata de
una política enfocada a terminar el año con buenos números, así que es posible
que los tipos vuelvan a subir en cuanto empiece el 2019. De hecho, el pasado
curso sucedió algo parecido, pues las hipotecas fijas se abarataron durante el
último trimestre para volver a encarecerse en los primeros tres meses de 2018.
Por ello, quizás no es la mejor
idea esperar a que se promulgue la nueva ley hipotecaria. Esta norma, en
teoría, limitará la comisión que los bancos podrán cobrar a los que conviertan
una hipoteca variable a fija. En concreto, solo se podrá aplicar una
compensación del 0,25% en el caso de que se lleve a cabo la operación durante
los primeros tres años del contrato, tras los cuales no habrá que pagar nada
por efectuar el cambio. No obstante, el
proyecto lleva encallado meses en el Congreso de los Diputados y parece que no
se aprobará hasta el 2019, momento en el que los tipos fijos podrían ser más
altos que los actuales.
En este escenario, de poco serviría ahorrarse la comisión actual
de subrogación (0,5% durante los primeros cinco años y del 0,25%
posteriormente) o de novación (no está regulada, pero rara vez supera el 0,5%)
asociada al cambio de interés. Y es que como el tipo fijo aplicado sería más
alto, las cuotas serían más caras y a la larga se acabaría pagando más dinero.
Pasarse ahora al fijo
podría salir más barato a la larga
Con un ejemplo práctico se puede
ver claramente. Imaginemos que tenemos una hipoteca con un capital pendiente de
150.000 euros, un plazo pendiente de 20 años y un interés de euríbor más 1,75%.
Si queremos cambiarla de banco para que tenga un tipo fijo del 2% y se nos
aplica una comisión del 0,25%, la nueva cuota será de 758,83 euros mensuales y
pagaremos una compensación al banco de 375 euros.
En cambio, si esperamos al año que viene
hasta que se promulgue la nueva ley hipotecaria, es muy probable que el banco
nos ofrezca un tipo fijo algo más alto. Por ejemplo, si el nuevo interés fuera
del 2,10% (solo 0,1 puntos más que en el caso anterior), la cuota sería de
765,95 euros y no pagaríamos comisiones. En consecuencia, pese a ahorrarnos 375
euros al llevar a cabo la operación, al
vencimiento la espera nos costaría 1.708,80 euros más en intereses.
Así, desde el comparador
HelpMyCash.com concluyen que la opción
más conveniente a largo plazo es aprovechar el actual momento de bajos tipos
para convertir una hipoteca variable en fija. Eso sí, recuerdan que al
final se trata de una apuesta, ya que todo dependerá de la evolución de los
intereses y de la política de precios que apliquen los bancos.