Invertir o liquidar el préstamo
Invertir o
liquidar el préstamo una decisión complicada
Decidir si pagar el préstamo o invertir
el dinero ahorrado puede resultar complicado.
La sensación de poder disponer de unos
ahorros es bastante reconfortante sin embargo debe realizarse una evaluación
para saber qué resulta más beneficioso.
En España el
nivel de endeudamiento es considerablemente elevado, alcanzado una cota del 60%.
Los préstamos son tomados como un medida resolutiva para
cualquier gasto, el año pasado por ejemplo más de 2,5 millones de españoles se
endeudaron para pagar las vacaciones y sólo uno de cada cuatro consigue
ahorrar.
A pesar de
que el número de ahorradores es bastante bajo, hay muchos españoles que van
consiguiendo pequeñas cantidades de liquidez cada mes.
Es cuando surge
la pregunta de si se debe invertir el capital o aprovechar para reembolsar
anticipadamente la deuda pendiente.
Antes de
tomar cualquier decisión hay que tener presentes varios factores y realizar un
profunda comparación.
El factor más
importante; realizar un balance entre el interés aplicado en el préstamo comparándolo
con el interés aplicado en la cuenta de ahorro.
Estar pagando
una deuda con un interés del 5% sería lo mismo que tener guardados unos ahorros
con una rentabilidad del 5%. Por tanto en este ejemplo sólo sería conveniente
invertir cuando el ahorro ofreciera una rendimiento de más 5%.
Las mejores hipotecas del momento ofrecen
un interés medio del 1,75% TAE y las cuentas de ahorro tradicionales ofrecen poco
más del 0,5%.
Realizando el análisis con las cuentas
depósito de plazo fijo estaríamos en la misma situación. La rentabilidad que
ofrecen los bancos españoles no supera el 1%, e invirtiendo en depósitos de
bancos internaciones se puede conseguir un máximo de 1,92% en un plazo de 5
años.
Además no olvidemos mencionar que el
interés que ofrece la cuenta depósito se debe deducir las tasas del 21% que hay
que pagar a Hacienda.
El margen es bastante bajo y prácticamente
ninguna entidad bancaria ofrece un rendimiento más elevado que el interés de un
préstamo hipotecario.
Las hipotecas son el tipo de préstamos
con el interés más bajo. En el caso de tener otro tipo de deuda, como por
ejemplo un préstamo personal, los intereses mínimos de financiamiento aplicados
son del 6%. Ninguna entidad financiera ofrece una inversión con un interés que
supere el 6%.
Otro aspecto importante es la desgravación
de la hipoteca, si esta fue firmada antes del 2013 se consigue desgravar un 15%
anual hasta un máximo de 10,000€, o lo que es lo mismo, liquidando 10 mil euros
anuales conseguirías un beneficio 1,500€.
Factores
antes de pagar la deuda
Antes de pagar completamente la deuda o
amortizar parcialmente el préstamo hay que tener en consideración la comisión
por pago anticipado o comisión por desistimiento de la hipoteca que vendrá
especificado en el contrato: 0,5% del
capital reembolsado los cinco
primeros años y del 0,25% a partir del sexto año.
Estas comisiones tienen previsto cambiar a
mediados de este año cuando entre en vigor la nueva
ley hipotecaria, aunque esta ley solo será aplicable para las hipotecas
firmadas tras la aprobación de esta normativa.
Un factor importante es saber de cuánto
dinero ahorrado se dispone. La opción de amortizar anticipadamente parte del
préstamo hipotecario resulta gratificante y permite mejores condiciones, sin
embargo no siempre es conveniente.
En el caso de tener varias deudas, es
decir tener una hipoteca, un préstamo o deudas con la tarjeta, se deben liquidar
primero aquellos con el interés más alto.
Por lo general las tarjetas de crédito es el tipo de deuda con el
interés más elevado, seguido de los créditos rápidos, préstamos personales y
por último la hipoteca.
Otras
alternativas
Hemos comentado que liquidar la hipoteca
o deuda es más beneficioso que una cuenta depósito, sin embargo existen otros
métodos de ahorro que ofrecen un seductivo interés de entre el 6% hasta el 12%.
Para conseguir este interés se debe
invertir en acciones, fondos de inversión, o métodos alternativos como crowdlending,
que ofrecen una rentabilidad que supera con creces los intereses del préstamo.
Por otro lado, mencionar que este tipo de inversiones
suponen un riesgo y no garantizan al 100% el retorno de la inversión.
En el caso de no querer riesgos, pagar
las deudas resulta más rentable pero tampoco es aconsejable utilizar todos los
ahorros para poder cancelar el préstamo lo antes posible. La clave es encontrar un equilibrio.
Es importante no utilizar todos los
fondos (ya sea para invertir o para liquidar el préstamo) para poder disponer
de ciertos ahorros en caso de emergencias.
Se recomienda tener guardado como mínimo
el suficiente dinero para cubrir entre 2 y 3 meses de gastos mensuales. Este
dinero además debe estar en una cuenta accesible para que en caso de necesidad
pueda ser retirado inmediatamente.