Aumenta el interés por los fondos de inversión
El
patrimonio de los fondos recupera los niveles precrisis, ¿qué debes saber si
quieres sumarte?
Los fondos de inversión están ganando adeptos. A pesar de la
tradicional aversión al riesgo de los españoles y de su naturaleza conservadora
a la hora de gestionar sus ahorros, cada vez son más los que se suman a estos
medios de inversión colectiva que al
cierre del pasado mes de febrero ya contaban con once millones y medio de
partícipes y una rentabilidad media anual ponderada a cinco años del 3,05 %,
según los datos hechos públicos por Inverco, la Asociación de Instituciones de
Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones.
Según las Cuentas Financieras de la Economía Española del Banco
de España, durante el tercer trimestre de 2016 los activos financieros de las
familias estaban en efectivo y depósitos (43 %), participaciones en el capital
(23 %), seguros y fondos de pensiones (17 %), y fondos de inversión (13 %). Aunque el efectivo y los depósitos continúan siendo los instrumentos principales que
los ahorradores patrios utilizan, la participación en fondos de inversión
parece avanzar.
6500
millones de euros nuevos
A pesar del
reducido peso que tienen aún los fondos en España, cuyo saldo total asciende a los 312 mil millones de euros sumando
fondos domésticos e internacionales (datos de febrero) frente a los 767 mil
millones repartidos entre cuentas y depósitos (datos de enero), el interés de
los españoles ha aumentado. La escasa rentabilidad de los productos de ahorro
clásicos y el esfuerzo de la banca por potenciar su comercialización han
empujado a muchos ahorradores a dar el salto al sector de la inversión, señalan
desde el comparadorde cuentas remuneradas y productos de ahorro HelpMyCash.com.
Solo durante el mes de febrero, los fondos de
inversión domésticos recibieron 4.121 millones de euros nuevos y los fondos
internacionales registraron un incremento
de 2.556 millones. En total, reforzaron
su patrimonio en más de 6.500 millones. El volumen de activos de los fondos
de inversión domésticos mejoró los valores registrados en 2007, regresando a
los niveles que se manejaban antes de la crisis.
Un reciente estudio
de ING Direct revelaba que en 2016 el 11
% de los españoles confió en los fondos de inversión, mientras que en 2015
solo lo hizo el 5,8 %. No obstante, seguimos a la cola en este sentido y, sin
duda, la natural aversión al riesgo de los españoles no juega a su favor.
No están exentos de riesgos
A pesar del interés
que están levantando entre los ahorradores, los fondos no están carentes de riesgos y pueden llegar a registrar pérdidas.
Para que el cliente pueda valorar si el nivel de riesgo del producto se adecúa
al que está dispuesto a asumir, las comercializadoras de fondos están obligadas
a clasificar en una escala del uno al
siete al producto, en la que uno significa menor riesgo y, a su vez, menor
potencial de rentabilidad y siete simboliza un riesgo mayor, pero también más
probabilidades de incrementar las ganancias. En cualquier caso, tal y como recuerda
la CNMV, “es importante tener en cuenta que la
categoría uno no significa que la inversión esté libre de riesgo”.
El DFI, el mejor aliado del inversor
Aquellos que estén
dispuestos a aventurarse en el sector de los fondos de inversión deben realizar
antes un paso previo; comprender el funcionamiento de estos productos, los
riesgos que acarrean, las comisiones que aplican, etc., es un paso básico si se
quieren evitar desagradables sorpresas en el futuro.
El Documento de datos fundamentales para el
inversor recoge, en tan solo dos páginas, la información esencial para que
el futuro cliente pueda comprender el producto y valorar si le conviene o no.
Tal y como señala la CNMV, “las entidades que
comercializan fondos de inversión tienen la obligación de entregar al inversor
una copia del Documento de datos
fundamentales para el inversor (DFI), anteriormente denominado folleto simplificado, junto con el
último informe semestral publicado, siempre antes de que
suscriba el fondo”.
¿Qué información recoge el DFI?
El documento reúne seis secciones
en las que se detalla información básica
como los datos identificativos del fondo, el perfil de riesgo (definido en una
escala del uno al siete) o la inversión mínima inicial.
Vale especialmente la pena
detenerse en los apartados de objetivos y política de inversión, y en el de la
rentabilidad histórica. Aquí el inversor podrá entender en qué y de qué
manera invierte el fondo (categoría en la que se enmarca, estrategia de
inversión, valor liquidativo) y cuál ha sido la rentabilidad anual durante
los últimos 10 años, aunque, como tantas veces se ha recordado,
rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.