Comportamiento del ahorrador español
El
ahorrador español, conservador a pesar de los tipos de interés
Al ahorrador español siempre se le ha clasificado como conservador, con aversión al riesgo y amante de los depósitos tradicionales. Al cierre del tercer
trimestre del pasado año, la mayor parte de los activos financieros de las
familias estaban canalizados a través del efectivo y de los depósitos (el 43 %
del total). Les seguían las participaciones en el capital (23 %), seguros y
fondos de pensiones (17 %), y participaciones en fondos de inversión (13 %).
Según las Cuentas
Financieras de la Economía Española del tercer trimestre de 2016 publicadas
por el Banco de España, “los seguros y fondos de pensiones fueron el componente
que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (con un
aumento de 0,8 pp) en este último año, mientras que las participaciones en el
capital fueron las que más cayeron (-0,7 pp)”.
Durante 2016, el número de españoles que han optado
por los productos de inversión, empujados seguramente por las raquíticas
rentabilidades de los plazos fijos, se ha incrementado, según la última Encuesta Internacional de ING sobre Ahorros.
El informe revela que el 11 % ha
invertido en fondos de inversión en 2016 frente al 5,8 % que lo hizo en 2015,
el 11,5 % ha recurrido a los bonos (3,6 puntos porcentuales más) y el 6,8 %, a
la inversiones alternativas (5,5 % en 2015). Los interesados en las acciones se
han mantenido estables (20,1 % en 2016 frente a un 21 % en 2015).
“Estos datos reflejan un pequeño cambio en el
comportamiento de los españoles aunque las
cifras nos siguen situando por debajo de la media europea. España es de los
países en los que menos se invierte en fondos solo por delante de Rumanía y
Australia. Una de las principales razones para no recurrir a estos productos es
que más del 40 % considera que tienen
implícito cierto nivel de riesgo. Además, no tener dinero (49 %), no
conocer a ciencia cierta las ganancias (31 %) o perder dinero (32 %) son otras
de las principales razones por las que los españoles declaran no invertir en
este tipo de productos”, según los resultados de la encuesta.
Los productos de ahorro continúan en cabeza
A pesar de las variaciones a favor de los productos de
inversión, lo cierto es que las ofertas de ahorro conservadoras se llevan la
mayor parte del pastel. En diciembre de
2016, el saldo vivo acumulado en las cuentas a la vista y en los depósitos a
plazo sumaba un total de 772 mil millones de euros aproximadamente, a pesar
de los tipos de interés actuales en mínimos, frente a los 311 mil millones que
atesoraban los fondos de inversión domésticos e internacionales o los casi 107
mil millones de euros de los fondos de pensiones, según los datos del BdE y de
Inverco recogidos por el comparador financiero HelpMyCash.com.
Los ‘millennials’,
en la misma línea que sus predecesores
Las nuevas generaciones acostumbran a ser sinónimo de
apertura; sin embargo, parece que los jóvenes españoles, cuando se trata de sus
ahorros, no contemplan nuevos horizontes y se aferran a la visión conservadora
de sus predecesores. Los jóvenes de
entre 25 y 35 años utilizan en su mayor parte las cuentas corrientes (43 %) y
las cuentas de ahorro (43 %) para canalizar sus ahorros. Un 11 % utiliza
los depósitos, un 8 % utilizan los planes de pensiones y un 24 % se decanta por
el famoso “bancolchón”, según se desprende del informe Hábitos de ahorro en la generación millennial publicado el pasado
año por VidaCaixa.
“El 61% prefiere evitar el riesgo a la hora de contratar
productos de ahorro y mantiene un perfil conservador aunque un 23% estaría
dispuesto a asumir riesgo para conseguir más rentabilidad”, concluye el
estudio.
Cuentas
versus depósitos: ¿a dónde recurrir?
La duda está servida: la
rentabilidad de los plazos fijos ha caído hasta un 96 % desde 2011 y
durante el pasado mes de enero se situó en el 0,10 % de media; por su parte,
las cuentas a la vista ofrecían durante el mismo período un 0,05 % de interés
medio. Los tipos de interés oficiales en mínimos históricos, la facilidad de
depósito en tasas negativas y la baja rentabilidad de los bancos ha arrasado
con la remuneración de estos clásicos del ahorro.
Sin embargo, muchos ahorradores se resisten a abandonarlos.
¿A dónde recurrir, entonces? Si se quiere optar por un depósito, los bancos de origen extranjero y los
virtuales son las opciones más rentables. Algunos ejemplos serían el Depósito Facto de Banca Farmafactoring,
que admite plazos de entre 3 meses y 5 años y tiene rentabilidades de hasta el 1,50
%, o CA Consumer Finance, filial del
grupo bancario francés Crédit Agricole, que ofrece depósitos a 1, 2 y 3 años y
otro a 6 meses con rentabilidades que oscilan entre el 0,70 % y el 1,35 % TAE. A corto plazo
destacan especialmente el Depósito Self
de Self Bank al 2 % TAE a 3 meses para saldos de hasta 15.000 euros y el Depósito Naranja de ING Direct al 1 % a
2 meses para cualquier importe.
Las cuentas nómina permiten actualmente conseguir un tanto
por ciento mayor (hasta el 5 %), pero tienen limitaciones que en la mayoría de
los casos no están en los depósitos: primero, el saldo máximo remunerable suele ser bajo, por ejemplo en la Cuenta
Nómina de Bankinter al 5 % TAE es de 5.000 euros y en la Cuenta 1|2|3 de Banco
Santander, de 15.000; segundo, exigen
condiciones de vinculación (domiciliación de haberes mensuales y de
recibos, uso mínimo de la tarjeta, etc.); y, tercero, pueden incluir comisiones, como ocurre con la cuenta del Santander.