Los minicréditos y el mercado de créditos al consumo
Cómo los
minicréditos han cambiado el mercado de los créditos al consumo
Los minicréditos surgieron en España alrededor del 2008 como
una alternativa para conseguir un extra de liquidez en momentos puntuales y,
aunque la finalidad con respecto a los préstamos personales bancarios
tradicionales es completamente diferente, han
tenido un gran impacto en la evolución de la financiación tradicional y,
probablemente, en cómo se desarrollará a partir de ahora. El comparador de créditos HelpMyCash.com nos cuenta cómo han
afectado a la transformación de los créditos al consumo.
La
evolución de los minicréditos
Los microcréditos aparecieron
en la época de los 70 en Bangladés como una forma de permitir a personas con
pocos recursos conseguir financiación. Esta forma de conceder préstamos de
pequeñas cantidades llamó la atención en la década de los 90 a los bancos
internacionales que los adaptaron a los hábitos de consumo occidentales. En
Norteamérica, donde primero surgieron los minicréditos modernos, debíamos ir a las oficinas de los PayDayLoans (préstamos del día de
cobro) y podíamos conseguir el capital
que necesitábamos al instante. Aunque no exigían avales, era obligatorio
realizar un cheque de cobro para que si el día del reembolso no nos presentábamos,
la entidad lo hiciese efectivo, trasladando la deuda a nuestra entidad
bancaria.
En Europa comenzaron a popularizarse alrededor de 2005 y,
gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, surgieron como empresas fintech
que ofrecían un proceso de solicitud completamente online, sin tener que
desplazarnos físicamente a ninguna oficina para entregar la documentación o
firmar el contrato, con un análisis de nuestro perfil crediticio automático y
una concesión en tiempo récord. Estas ventajas, unidas a su consolidación y
popularización en el mercado debido a la crisis, han hecho que las entidades
financieras estén actualmente cambiando
sus estructuras de financiación para adaptarse al nuevo mercado.
Los nuevos
cambios que veremos en los préstamos tradicionales
Como hemos dicho antes, los minicréditos y los préstamos
personales tradicionales no son competencia directa ya que no cubren las mismas necesidades de financiación. No obstante, sus
ventajas han quedado marcadas en los usuarios, que también quieren poder optar
a estas características en sus préstamos para la financiación de proyectos.
En los últimos años hemos visto un aumento de la oferta de los préstamos online bancarios, que nos
permiten solicitarlos a través de sus páginas web. Otro cambio es la
velocidad en la concesión que, a no ser que sean preconcedidos, siguen sin ser
tan rápidos como los minicréditos, aunque podemos encontrar promociones de
préstamos personales concedidos en solo 24 horas, como el préstamo personal de
Abanca.
Sin embargo, la ventaja que todavía no han conseguido
implantar es la solicitud 100 % online ya que es requisito imprescindible
la entrega de la documentación física y la firma de contrato presencial. Algo
que los minicréditos llevan años practicando, como los créditos rápidos de
PepeDinero, es hacer uso de aplicaciones de
identificación online para
ofrecer a sus usuarios la posibilidad de solicitarlos sin necesidad de entregar
ningún tipo de documentación. Aunque algunas entidades como ING Direct ofrecen
a sus clientes la posibilidad de enviarles a un mensajero para entregar la documentación y el contrato
firmado sin tener que presenciarnos en su oficina.
De todas maneras
parece que pronto podrán adoptar esta última ventaja ya que la SEPBLAC (Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de
Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias) ha autorizado desde marzo del año pasado la videoconferencia como
procedimiento de la identificación de clientes (Ley 10/2010 de 28 de abril
de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo) lo
que aumenta las posibilidades de la banca de realizar operaciones con sus
clientes a distancia.