martes, 27 de diciembre de 2016

Los bancos no quieren como clientes a las personas mayores

Los bancos ahuyentan a las personas mayores de sus oficinas

A día de hoy, los bancos afrontan un importante reto conocido como proceso de transformación digital. Lejos de sentirse amenazadas, las entidades bancarias han encontrado en las nuevas tecnologías una gran oportunidad para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de gran parte de la población, basados en la utilización de sus dispositivos tecnológicos habituales.

Este cambio de rumbo hacia la digitalización de la banca ha propiciado que el modelo de negocio empleado hasta el momento haya evolucionado, apostando ahora por la filosofía del “hazlo tú mismo” y relegando a un segundo plano las oficinas bancarias.  Sin embargo, y como suele suceder siempre que tiene lugar algún tipo de cambio, no todo el mundo resulta beneficiado. En este caso, estaríamos hablando de las personas mayores, un segmento de la población que tradicionalmente se ha relacionado con su banco a través de las oficinas y del personal que allí trabaja.  

¿Han tomado los bancos cartas en el asunto?

Como consecuencia de la implantación de los servicios financieros y de los productos bancarios online, son muchas las personas de avanzada edad que se han visto desplazadas y, por tanto, no les ha quedado más remedio que acudir a sus allegados, quienes suelen tener una mayor experiencia en cuanto a tecnologías financieras, para poder gestionar y operar sus cuentas bancarias como hacían habitualmente hasta hace unos años.
No obstante, los principales bancos que conforman el sistema financiero de nuestro país afirman haber tomado cartas en el asunto y haberse mostrado comprensivos con aquellas personas que tienen dificultades o no se fían a la hora de llevar a cabo su operativa bancaria del día a día a través de un ordenador, ofreciéndoles una correcta atención al cliente por teléfono e, incluso, organizando talleres y cursos de formación a través de sus fundaciones.

Aun así, las personas mayores siguen prefiriendo acudir a las oficinas de los bancos en vez de gestionar sus finanzas a través de un ordenador, tablet o teléfono móvil. Según el comparador financiero HelpMyCash.com, este tipo de acciones podrían ser vistas por las entidades bancarias como un pequeño bache que les dificultaría la labor de completar su proceso de digitalización, el cual implica el cierre de oficinas y un ajuste en sus plantillas. Todo ello, con el objetivo de alcanzar un mayor rendimiento en un entorno marcado por la caída de márgenes. 

¿Cómo se ha desarrollado el cierre de sucursales bancarias hasta la fecha?

Entre los años 2010 y 2015, las entidades bancarias adheridas a la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) redujeron su número de oficinas en un 38,7 %, pasando así a contar solamente con 14.256 oficinas en 2015. Respecto a las instituciones financieras que forman parte de la Asociación Española de Banca (AEB), los datos señalan que éstas han experimentado un recorte del 16,2 %, disponiendo de un total de 12.331 establecimientos al finalizar el año 2015.

En el último año, desde septiembre de 2015 al pasado mes de septiembre, los bancos y las cajas de ahorro han echado el cierre a 1.314 oficinas. A día de hoy, y según los datos del Banco de España, ambos tipos de entidades bancarias acumularían un total de 25.551 sucursales, cifra que alcanza los 29.717 establecimientos si se suman también las cooperativas de crédito. Sin embargo, y a pesar de todo esto, las clausuras de sucursales bancarias se seguirán sucediendo durante los próximos dos o tres años.

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