Aumenta la demanda de préstamos en España
Los
bajos tipos de interés y la mayor confianza en los bancos aumentan
la demanda de préstamos en España
Según una
encuesta realizada por el Banco de España en este mes de abril que
ya concluye, la demanda de créditos al consumo ha aumentado en
este primer trimestre de 2017. En cuanto a los motivos, los datos
publicados recientemente arrojan que los españoles confiamos más
en los bancos tanto en los tres primeros meses como en los últimos
años y que los bajos tipos interés nos incentivan a solicitar
financiación, en concreto un 10 % más que en el año 2010. A su
vez, la encuesta también apunta que la mayor demanda de créditos al
consumo se da también en la Unión Europea, aunque no se
contabilizan los
populares préstamos rápidos que conceden las financieras
privadas y que tanto éxito están teniendo en muchos países.
Menos
solicitudes para pagar otros préstamos y autofinanciarnos
Los datos que han
recogido desde el Banco de España son muy útiles para hacer un
comparativa con respecto a cómo estaba el panorama financiera antes
durante y después de la crisis. Así, no solo podemos conocer si se
demanda o si se concede más o menos financiación, sino que también
tenemos la posibilidad de conocer los usos que le damos ahora a los
préstamos que contratamos y si las finalidades son las mismas que
hace unos años.
En esta línea,
vemos como ha crecido en los últimos años el número de solicitudes
para adquirir bienes de consumo duraderos. Por el contrario,
desciende en torno a un 10 % el número de peticiones para
refinanciar otros créditos o para financiarnos internamente.
Ambos son las dos finalidades que mayores variaciones han
experimentado en los últimos años.
Los
bancos son más flexibles con condiciones laxas y mayor manga ancha
En cuanto a la
postura que han ido adoptando las entidades bancarias, la encuesta
señala que los bancos actualmente son mucho más flexibles que
durante los años de la crisis económica. Hay dos razones
principales por la que ahora se muestran más permisivos. Por un
lado, la competencia que hay en el sector financiero
contemporáneo, agudizada por los prestamistas privados y su auge en
estos últimos tiempos. Estas financieras de capital privado tienen
requisitos mucho más laxos que los bancos, por lo que las entidades
convencionales han relajado mucho los criterios de aprobación de
créditos al consumo en España.
La otra razón de
peso que da fe de la mayor flexibilidad de los bancos en la
actualidad es el hecho de que ofrecen más manga ancha a la hora
de aprobar solicitudes y, sobre todo, de negociar condiciones. De
hecho, con respecto al año 2010, los encuestados consideran que los
bancos son mucho más flexibles con la situación de los solicitantes
(un 15 %) y dan algo menos de importancia a la solvencia de éstos.
Sin llegar a los niveles de concesión que precedieron a la crisis,
los bancos ahora son mucho más permisivos con respecto a las
condiciones generales (alrededor de un 15 % más), al importe (un 10
%) y a los plazos de reembolso de los créditos (en torno a un 5 %).