La financiación colectiva o crowdfunding es una forma de financiación que consiste en utilizar el capital de numerosos individuos a través de pequeñas aportaciones. Normalmente se utiliza para financiar nuevos proyectos. Las plataformas de crowdfunding permiten que personas en cualquier parte del mundo puedan ofrecer dinero a personas o empresas. También se conoce como micromizenazgo.

El crowdfunding ayuda a pequeñas empresas a conseguir financiación más allá de la que puedan aportar bancos, amigos y familiares. Se utiliza como fuente de financiación para proyectos muy diversos, desde campañas políticas o empresariales hasta proyectos musicales o artísticos (conseguir dinero para filmar películas o cortos).

Está red de financiación normalmente es online, permitiendo llegar a un gran número de personas, que a través de donaciones económicas consiguen financiar un proyecto. En algunos casos, las personas que aportan su dinero lo hacen de forma desinteresada, simplemente por la satisfacción de ayudar a alguien en la consecución de un proyecto. En otros casos, sin embargo, los mecenas pueden exigir una cierta recompensa, como pueda ser una mención digital, ser los primeros en disfrutar del servicio ofrecido u obtener un producto personalizado, entre otros. En esta primera tipología de crowdfunding (por donación o recompensa) el dinero aportado no se recupera.
No obstante, existe un segundo grupo en el que el capital aportado supone una inversión, ya sea a través de recibir un porcentaje de la empresa a través de acciones de la empresa creada (equity crowdfunding), con el cobro de sus correspondientes dividendos. El dinero a portado por el inversor pasará a formar parte del capital social de le empresa. El otro grupo donde el capital aportado se recupera, es mediante la devolución del préstamo con intereses (crowdlending), donde el inversor actúa como prestamista, en este caso la empresa incuirá el dinero del crowlending en su pasivo. Más abajo veremos todos los tipos de crowdfunding